Una sudadera reversible podría ser la prueba para enviar a un varón cuatro años a prisión

La sesión ha tenido lugar esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza
photo_camera La sesión ha tenido lugar esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza

El robo de una caja registradora de un bar de la calle San Miguel en noviembre de 2020, durante el toque de queda, puede enviar cuatro años a un varón que fue detenido a medio kilómetro del establecimiento atracado, sudado y escondido entre dos coches. La caja registradora, que guardaba 120 euros para el cambio del servicio del día siguiente, fue hallada en las orillas del río Huerva, cerca de donde fue interceptado el acusado. Sin embargo, ningún testigo ni huella ha sido aportada a la causa esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza.

La Fiscalía pide para el presunto autor cuatro años de prisión por un delito de robo con fuerza sobre las cosas. La propietaria del bar pide que se le devuelvan esos 120 euros, dos botellas de whiskey que le desaparecieron esa noche y un año de prisión para este varón. La defensa pide su absolución al, según ha afirmado, “no haber pruebas de cargo”.

Eran las 5.00 horas de la mañana del 29 de noviembre de 2020 y el toque de queda prohibía la circulación a cualquiera de 23.00 a 6.00 horas. La alerta del seguro avisó a la Policía Nacional de que se estaba produciendo un robo en un bar de la calle San Miguel.

Un humo, que se suele activar en caso de robos, evitó que no se viese claramente quién era el ladrón. Sin embargo, sí que pudieron vislumbrar que iba vestido con una sudadera gris.

Una sudadera reversible

Un indicativo de la Policía Local paró a un hombre a medio kilómetro del lugar del robo. El varón, que estaba escondido entre dos coches, no facilitó ningún dato coherente que justificara qué hacía deambulando en el horario de toque de queda.

“Sudando a todo sudor y no llevaba ropa de hacer deporte”, ha añadido uno de los agentes que lo detuvo. El hombre portaba una sudadera negra pero, al realizarle un cacheo, vieron que la sudadera era reversible y que por dentro coincidía con el color gris del aviso de la Policía. Otro agente descubrió la caja registradora a orillas del Huerva. Por esto, el acusado fue detenido como presunto autor de este robo.

El acusado ha explicado que se escondió al ver a la Policía porque estaba incumpliendo el toque de queda y quería evitar la multa. “Yo no he sido”, ha concluido el presunto autor. Visto para sentencia.