El Aeropuerto de Teruel, banco de pruebas del primer cohete espacial español

El Miura 1 se expone totalmente ensamblado en el Museo Nacional de las Ciencias Naturales de la capital
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El primer cohete espacial español está cada vez más cerca de convertirse una realidad y el Aeropuerto de Teruel está siendo el banco de pruebas idóneo antes de su despegue. La compañía ilicitana PLD Space se encuentra testando en las instalaciones aragonesas su Miura 1, invirtiendo en este proyecto más de 36 millones de euros con el objetivo de liderar la industria espacial en el continente. Durante este fin de semana, el Miura 1 se expone totalmente ensamblado en el Museo Nacional de las Ciencias Naturales de la capital. Este vehículo suborbital es, además, la culminación del sueño que iniciaron hace ya 10 años dos jóvenes apasionados por el espacio, Raúl Torres y Raúl Verdú, líderes del proyecto y cofundadores de esta compañía. “Siempre hemos tenido claro que queríamos aprovechar la oportunidad de negocio en el sector espacial y contribuir a democratizarlo, dando cabida a nuevos actores en esta industria cada vez más pujante y que tendrá un papel clave en los próximos años”, ha explicado Torres. Tras este tiempo, el cohete suborbital recuperable retornará a la base de PLD Space en el Aeropuerto de Teruel para realizar los ensayos combinados de calificación, con el objetivo de trasladarse, posteriormente, a la instalación técnica de la compañía en Huelva. Una vez allí validará la infraestructura de tierra con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), de cara a su lanzamiento en la segunda mitad de 2022, en la que será la primera misión de despegue de un cohete europeo de la historia, diseñado para alcanzar una altitud máxima de 150 kilómetros y con capacidad para transportar una carga útil de hasta 100 kilogramos. Al mismo tiempo, PLD Space también trabaja en su primer cohete orbital recuperable Miura 5, tres veces más grande que la primera versión, que confía tener listo para realizar la primera misión en 2024, y que supondrá el inicio de los lanzamientos comerciales de satélites de la firma. En este caso, su desarrollo multiplicará por 10 el ritmo de trabajo en el Aeropuerto de Teruel, lo que generará una plantilla estable de 15 trabajadores.