Esta encuesta marca como principales problemas de la economía aragonesa la falta de apoyo al I+D+i o la dependencia de algunos sectores concretos

Un 61% de los economistas aragoneses mantiene una perspectiva “mala o muy mala” para este 2021, pero dos de cada tres, un 66%, confía en que la economía de la Comunidad repunte en el próximo 2022. Así se extrae de la última encuesta realizada por el Colegio de Economistas, lanzada durante el mes de septiembre, y que muestra una visión más optimista para el crecimiento de Aragón que del conjunto del país, pero más negativa que del conjunto de la Unión Europea.

Asimismo, esta encuesta marca como principales problemas de la economía aragonesa la falta de apoyo al I+D+i o la dependencia de algunos sectores concretos, aunque esto no es algo ajeno al resto de las comunidades. “Después de Navarra, somos la segunda economía más diversificada, pero esa dependencia se sigue viendo como problema”, ha expuesto José María García, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio, señalando también como problemas de la Comunidad la carencia de capital humano para el desarrollo de las TIC, la “inadecuada dimensión” de las empresas o el déficit de infraestructuras y comunicaciones.

Por otra parte, la encuesta también ha valorado el efecto de las medidas tomadas por el Ejecutivo aragonés, y el 81% considera que “no se ha hecho nada o es insuficiente” la simplificación de trámites administrativos, esperando que la nueva ley aprobada para ello tome velocidad de crucero. Además, destacan el impulso que se ha dado a las plataformas logísticas, el fomento a los clústeres, el apoyo a la internacionalización o el acceso a los fondos Next Generation.

A nivel nacional, los profesionales ven con preocupación el “clima de degradación política” en España, unido a las “imposiciones del populismo” y la debilidad del Gobierno central en las relaciones externas. “No gustan las medidas de política nacional impuestas por partidos minoritarios. Vemos que la forma de conformarse las mayorías da juego a que determinadas minorías impongan iniciativas que no son bien vistas por los economistas”, ha señalado el decano del Colegio, Javier Nieto, sin concretar medidas concretas y observando que ha caído a un quinto puesto el temor al conflicto independentista en Cataluña.

Además, la encuesta también marca la deuda pública y el desempleo como los hechos económicos que más efecto pueden tener en la economía, aunque la inflación y el coste de las materias primas emergen en esta cuestión. “Contestamos la encuesta a principios de septiembre, y los precios aún no estaban en el 5,4 de este mes. Si lo preguntáramos ahora, aparecería como un problema más relevante”, ha remarcado García.

Para enfrentarse a esta situación, los economistas verían como positivo que se redujera el techo de gasto público y se bajaran los impuestos personales e indirectos. “Frente al problema de deuda pública, la recomendación es reducir el gasto público y los impuestos, lo que supondría dejar más dinero en manos de los consumidores para que aumentara la demanda”, ha explicado José María García.

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