El infanticida de la calle Domingo Ram admite que acabó con la vida de su hija de tres años

Con ayuda de un intérprete y en voz muy suave ha respondido a las preguntas de la Fiscalía en la que se narraba lo ocurrido aquella noche
photo_camera Con ayuda de un intérprete y en voz muy suave ha respondido a las preguntas de la Fiscalía en la que se narraba lo ocurrido aquella noche
https://www.youtube.com/watch?v=JhzfliG0YY8 Nossa Ch. ha afirmado este lunes que mató a su hija en septiembre de 2020 en la vivienda familiar en la calle Domingo Ram de Zaragoza. La defensa del acusado mantiene que su cliente padece un trastorno de esquizofrenia que impidió que fuera consciente de lo que estaba ocurriendo, por lo que piden para él la inimputabilidad. Sin embargo, la Fiscalía, que se basa en otros informes, considera que sus capacidades estaban mermadas, pero no del todo. Por ello, han elevado la pena a prisión permanente revisable. Con ayuda de un intérprete y en voz muy suave ha respondido a las preguntas de la Fiscalía en la que se narraba lo ocurrido aquella noche. El acusado ha afirmado que “cogió a su hija de una cama pequeña donde dormía y la arrojó a una cama grande”. Después ha admitido que “cogió un cuchillo y le hizo un corte en el cuello y luego en el tórax” y que salió de casa con el arma en la mano hasta el piso de un conocido donde le contó lo ocurrido. La pequeña falleció horas más tarde en el Hospital Infantil de Zaragoza y su padre fue detenido por la Policía Nacional ya en la casa del conocido. El acusado también ha reconocido que en ese momento no había tomado la medicación para tratar su esquizofrenia. Esta enfermedad es la que podría evitar que acabara en prisión permanente revisable, como solicita la Fiscalía. La abogada de la defensa, Carmen Sánchez Herrero, quiere que “se le aprecie su trastorno psiquiátrico” y que sea enviado a una prisión psiquiátrica en Alicante. Diagnosticado en 2019 El acusado, consumidor habitual de benzodiacepinas y cannabis, fue diagnosticado en 2019 con “otro tipo de esquizofrenia” tras un episodio en el que llegó a amenazar con un martillo a sus compañeros de trabajo alegando que “era Dios” y que le había mandado atacarles porque “eran muy malos y el demonio”. Tras este hecho, el varón tuvo su primer cuadro clínico en el que lo diagnosticaron con la enfermedad. También pasó una temporada en un hospital psiquiátrico en el que, según la defensa, “fue mejorando” tras reaccionar “de forma psicótica” con su familia.