Mucha más tranquilidad en Pradilla de Ebro tras el paso de la riada por la localidad. El nivel de agua ha bajado en torno a diez centímetros, la situación se ha controlado y estabilizado, y el peligro ya es menor. Así lo explica el alcalde del municipio, Raúl Moncín, que, no obstante, reconoce que la “práctica totalidad de la huerta” se ha inundado. “Es una zona inundable y hay que abrir las compuertas cuando viene la crecida”, aclara.
Después de una noche “muy dura” en la que los vecinos han sentido “miedo” por la posible llegada de más agua al pueblo porque la tarde de este domingo fue muy complicada, finalmente no se ha tenido que proceder a ninguna evacuación. En este sentido, el edil recuerda que tan solo tuvieron que desalojar a personas con movilidad reducida durante la tarde del sábado “por si debíamos actuar con rapidez en caso de que el panorama hubiera empeorado”.
Moncín remarca que todo el complejo deportivo, que incluye el parque, el campo de fútbol, las piscinas y varias pistas, se ha llenado de agua. De todos modos, hasta que no baje el nivel, no se podrá llevar a cabo una valoración del coste real de los daños provocados. “Ahora mismo ya ha pasado lo peor, la altura del agua va disminuyendo y la situación se va moderando”, comenta aliviado.
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