Las secuelas condicionan al agredido en 2018 a las puertas de Supernova: "No tengo aficiones ahora"

El acusado ha declarado esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza
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Un joven ha declarado sentirse “súper arrepentido” de agredir a otro varón a las puertas de la discoteca Supernova de Zaragoza en septiembre de 2018. Tal fue la magnitud de la agresión que la víctima tuvo que pasar casi un año ingresado en varios hospitales recuperándose de las lesiones que, a día de hoy, según ha declarado el agredido, le suponen una grave afección para seguir con su día a día. “Tengo fatiga y de memoria he perdido mucho. No tengo aficiones ahora". La agresión se produjo al final de una noche de fiesta en la discoteca Supernova de Zaragoza el 30 de septiembre de 2018. El acusado, un joven de entonces 23 años, ya había protagonizado tres episodios violentos por los que fue condenado. Tras la agresión, el joven fue enviado a prisión provisional durante 16 meses como presunto autor de un delito de tentativa de homicidio. Según el atestado policial de aquel día, el joven fue expulsado de la discoteca y una vez fuera, por motivos que se desconocen, pegó al otro varón y lo dejó inconsciente en la rampa que hay justo al lado de la entrada de la discoteca. El acusado ha declarado ante el juez “no acordarse de nada” y que esa noche bebió gran cantidad de “vodka y Redbull”. También ha afirmado que era consumidor habitual de cristal, cocaína y marihuana. Ha declarado que “los fines de semana bebía muchísimo” y que, en una ocasión, la discoteca Supernova prohibió su entrada, algo que tiempo después revocó. Esa misma noche, este joven había tenido una bronca con algún vigilante de seguridad y afirma que "solo quería buscar explicaciones de por qué le habían echado de esa forma desmedida". El joven ha relatado que “no recuerda nada” pero que, por las noches, “como un flash”, le viene a la cabeza una imagen “en la que suelta un puñetazo sin mirar a nadie”. “Tengo un gran dolor en el pecho. No me puedo imaginar qué ha pasado. Quiero pedir perdón a la víctima, no se lo merece”, ha añadido. “No tengo aficiones ahora” El lesionado, que en el momento de la agresión tenía 27 años y venía de invitado de una boda, tuvo que pasar casi cuatro meses ingresado en el Clínico de Zaragoza y otros seis en un hospital en Badalona. Las secuelas, según ha declarado, le siguen afectando en su día a día. “Tengo fatiga y de memoria he perdido mucho. Ahora no se me fija lo que leo”. Según ha relatado, sus afecciones han condicionado mucho su vida. “Me canso mucho más. Cosas que hacía antes como jugar a fútbol ya no lo hago más. No tengo aficiones ahora”. Por la Audiencia Provincial de Zaragoza también ha pasado a declarar uno de los porteros de la discoteca Supernova que estaba en la entrada el día que ocurrió la agresión. El varón ha defendido no recordar con exactitud lo que ocurrió ese día ya que, en su profesión, los incidentes violentos “y más graves que este” ocurren continuamente. Sin embargo, sí que ha declarado que el agredido “sí que provocó” a la víctima. “Estaba tranquilo hasta que abrió la boca”. El Ministerio Fiscal y la Acusación Particular piden para el acusado siete años de prisión. El juicio continuará el próximo lunes.