Testigos de la agresión en Supernova dicen que un portero les espetó a irse "a pegarse a otro lado"

La discoteca Supernova donde se produjo la agresión
photo_camera La discoteca Supernova donde se produjo la agresión
Que hubo agresión en las puertas de Supernova la noche del 30 de septiembre de 2018 es innegable. Y también lo es que la víctima, un varón de 27 años entonces, resultó gravemente herido y tuvo que ser atendido casi un año en dos hospitales. Pero el juicio a D. Z. tiene más cabos y este lunes se ha intentado, con el paso de varios testigos, llegar a más y depurar responsabilidades. Sobre todo, para la acusación particular, que cree que los seguratas esa noche podrían haber evitado la desgracia. Dos amigos y dos conocidos del acusado, presentes en el golpe, han expresado que uno de los porteros de admisión de la discoteca les llegó a pedir que “si se iban a pegar que se fueran a otro lado”. Si el jueves fue el turno de las dos personas de control de admisión que sacaron a D.Z. de la discoteca, este lunes fue para el jefe de seguridad del recinto y el gerente de Supernova. El primero ha defendido que sí que conocían al acusado de otras veces y que en una de ellas se “le castigó”, como se ha referido el gerente de la discoteca, por un incidente dentro de la sala de fiesta. Pasados unos meses, le permitieron volver a entrar. “Los problemas no eran tan grandes como para tenerlo castigado toda la vida”, ha afirmado el gerente. Preguntados por su papel en la seguridad en el recinto, el jefe de la empresa contratada por la discoteca ha referido que su actuación termina en el último peldaño de salida de la discoteca y que la calle ya es patrimonio de la Policía. Y esto es dato importante, porque, si se demuestra que la agresión tuvo lugar dentro del recinto, podría darse por hecho lo que la acusación particular defiende, que el personal de seguridad no realizó su trabajo correctamente y que, por ello, son responsables civiles subsidiarios. Sin embargo, frente a la acusación y Fiscalía se encuentran tres letradas representantes de las aseguradoras que buscan esgrimir que la agresión se dio extramuros y que, por lo tanto, no hay responsabilidad. "Si os vais a pegar, os ponéis aquí a un lado" Una chica y su novio conocían a D. Z. del barrio y esa noche, la del 30 de septiembre de 2018, también estaban en Supernova de fiesta. Tomada ya la decisión de irse vieron, según han explicado ante el juez, cómo sacaban al acusado “en volandas” y que este se encontraba “muy nervioso y alterado” y que quería ir a ver al segurata que “lo había echado y que le había pegado”. Estos dos testigos, que solo conocían al acusado de vista, trataron de evitar que fuera lanzado a por el segurata. Fue aquí cuando, según han explicado, apareció la víctima “haciendo zigzag por las escaleras” y empezó a palabrear al acusado y hacer "gesticulaciones con el vaso". Ambos “muy borrachos” tensionaron la conversación hasta el punto de que uno de los seguratas les reclamó, según dicen, “si os vais a pegar, os ponéis aquí a un lado”. Fue aquí cuando D. Z. soltó “un solo puñetazo” a la víctima y que cayó al suelo “como un poste”. También han declarado dos amigos de D. Z. que esa noche lo acompañaban de fiesta. Han explicado desconocer el porqué de la expulsión de su amigo y sí que han afirmado que, una vez fuera, trataron de evitar que se dirigiera al segurata. Tanto que hasta se cayeron los tres al suelo. Después de la agresión, montaron al acusado en taxi solo a su casa y todos ellos se fueron a casa sin dar parte a la Policía. “Pensábamos que no era nada grave. Me fui a casa con mi novio”, ha relatado una de las testigos.