La Sociedad Deportiva Huesca tiene claro su objetivo de esta jornada: alargar las buenas sensaciones del último encuentro. El equipo afronta la visita al Carlos Tartiere para medirse al Real Oviedo tras vencer con solvencia al Mirandés, con un 4-0 que fue una inyección de confianza. “Supuso un soporte para el equipo y la afición. Lo damos todo en los partidos, aunque no siempre se den los resultados, y el equipo va a seguir haciéndolo, pase lo que pase”, ha iniciado Ignasi Miquel su comparecencia este jueves, a tres días de un nuevo partido.
“Seguimos con la mentalidad de seguir trabajando, porque queda mucho. 16 partidos en Segunda son un mundo, así que no nos podemos relajar, porque hay partidos complicados”, ha añadido el central. Los azulgranas tienen que enfrentarse a rivales directos en las próximas jornadas, lo que se presenta como toda una oportunidad. “En esos partidos ganar es vital, porque sumas tú y dejas al otro atrás, te da la posibilidad de sacar la cabeza”, ha declarado.
Eso es algo que lograrían de sacar los tres puntos en el Tartiere este fin de semana. “Es un estadio grande, bonito, en el que la gente anima mucho y va a ser fabuloso. Ese ambiente que echábamos de menos hace un par de años”, ha augurado. “Sabemos que va a ser difícil, pero queremos seguir creciendo, luchando, y por eso vamos a ir a ganar”, añadió, con la mentalidad de “dar ese paso adelante que estamos buscando hace meses”.
“El Oviedo está haciendo las cosas bien. Sabemos que nos van a competir, en una exigencia máxima, pero somos capaces de ello. No podemos perder la concentración, porque tienen gente arriba muy eficaz, y con poco, saben aprovechar las ocasiones”, ha señalado. “Dominan los balones largos, las segundas jugadas… Hay que combatir eso, no dejar que se sientan cómodos y que con el apoyo de su afición te echen para atrás. Habrá momentos que vamos a sufrir, pero tenemos que ser sólidos, férreos y sin ninguna fisura”, ha concluido.
