Primeras palabras del futuro director general del Real Zaragoza, Raúl Sanllehí, antes de ocupar definitivamente su cargo y liderar un proyecto que, según él mismo dice, es de un “equipo de Primera que milita en Segunda” y que trabajarán con la obligación de “devolverlo donde merece”.
En cuanto a su plan de acción, comenta que hay “tres áreas de impacto interrelacionadas”. Comenzando con la financiera, dotando al club de “una sostenibilidad económica”; por otro, la deportiva, haciendo “un equipo más competitivo como consecuencia de esa solidez económica”; y, por último, “una renovación de las infraestructuras para que los aficionados puedan disfrutar más de las instalaciones”.
En este sentido, ha admitido que “existe una base muy buena”, pero también “una deuda considerable”. Por ello, apunta a que para comenzar a construir se “dará oxígeno económico en el comienzo del proyecto para poder así crecer en la parcela deportiva y de infraestructuras”. También, en la misma dirección que lo hizo el futuro presidente, Jorge Mas, ha resaltado que el grupo de inversores que entra “goza de una importante presencia en el mundo del fútbol, que va a dar una notable experiencia y que aportará unas claras sinergias de grupo que pueden ayudar tanto en lo deportivo como en lo comercial”. Todo esto mirando a poder “abrir puertas para conseguir futuros sponsors del club, así como también adquirir riqueza de conocimiento que se pueden compartir con ellos”.
Precisamente sobre los nuevos inversores, apunta a que llegan “con la humildad de saber que no son de aquí ni conocen el club”, priorizando el “entenderlo, respetar sus valores, conocer sus raíces y reforzar todos los vínculos” con la afición. Ha incidido, en la entrevista al club, que “una de las claves para tener éxito será mantener arraigo con Zaragoza y Aragón y potenciar las relaciones, que de por sí son muy estrechas, con todas las instituciones”.
Instituciones con las que tendrán que “dialogar para trabajar de manera conjunta” para que “se renueven las infraestructuras”, ya no sólo durante los partidos sino también en el “día a día”. También ha lanzado en este sentido un mensaje de “estabilidad” a los empleados del club, siendo conscientes de que llegan “con recursos y con la experiencia” para “aportar mucho, pero siempre junto con ellos”.
Por último, se ha declarado como “un defensor acérrimo de la cantera”, ya que “te garantiza la identidad de club dentro del vestuario”. “Que cuando llegue un jugador de fuera le enseñen lo que significa el escudo que llevan, que dan ese plus extra de pasión y que conectan sentimentalmente de manera muy estrecha con la afición”, ha concluido.