Una mujer declara que un policía local de Mallén le retorció la muñeca cuando le iba a multar

El juicio se ha celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza
photo_camera El juicio se ha celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza
Un policía local de Mallén ha sido acusado esta mañana de agredir a una mujer a la que le estaba poniendo una multa por aparcar mal. El agente municipal ha desmentido lo ocurrido y ha afirmado que fue él el que salió volando empujado por el coche de la mujer cuando quería huir sin pagar. Ella sufrió una tendinitis cubital con derrame y rotura de fibras que tardó un año en sanar. Sin embargo, el testigo principal de la víctima ha sido propuesto por la defensa como autor de un delito de falso testimonio al declarar de forma diferente a la que lo hizo cuando denunció. Al igual que de forma diferente a su amiga la víctima. La presunta agresión ocurrió en la plaza de España de Mallén el pasado 28 de abril del año 2018. La víctima había aparcado mal y el policía, dentro de comisaría, también en la misma plaza, observó el mal estacionamiento y salió de su vehículo a interponer la infracción. Entonces, según ha declarado el policía, la mujer salió de una terraza de la plaza y comenzó a insultarle por ponerle la multa. “Policías de mierda, solo multáis a los rumanos”, ha dicho que llegó a gritarles. Después, según ha expresado, “tenía un poco metido el cuerpo en el coche” de la mujer para ponerle la multa y salió despedido cuando esta trató de huir y llegó a avanzar “ocho metros en marcha”. La mujer dice todo lo contrario y acusa al policía de meter medio cuerpo en el coche y “aplastarla” para quitarle las llaves y retorcerle la muñeca. La presunta víctima ha defendido que no llegó a avanzar con el coche. La chica ha manifestado que no volvió a su trabajo y que le pusieron faltas de asistencia, sin embargo, estas no han aparecido en la causa. También ha afirmado que tardó varios días en denunciar la agresión. Las lesiones que le produjo la supuesta agresión le provocaron una tendinitis cubital con derrame y rotura de fibras que requirieron una intervención quirúrgica que tardaría un año en sanar. La médica que la atendió, que también ha acudido a declarar, ha expresado ante el tribunal que estas lesiones no se las pudo hacer solas y que “necesitaba que alguien le sujetase y le retorciera la muñeca”. El amigo de la víctima que tomaba ese mediodía un café con ella en la terraza de la plaza de España de Mallén ha contado que “el policía se le acercó pidiendo la documentación del coche” y que el agente forcejeó con ella y que “la dejo sin respirar”. Sin embargo, ha habido contradicciones en su declaración y el abogado de la defensa, José Luis Melguizo, ha usado para pedir que se le imponga falso testimonio. Mientras que la mujer denunciaba que se marchó sola del coche, él ha dicho que le acompañó. Mientras ella decía que fue la que quitó las llaves del vehículo, este testigo ha defendido que fue el policía. También ha hablado sobre que llamaron al 112 tras el incidente, cosa que no se ha comentado por parte de la víctima. Estará a la espera de lo que decida el tribunal. Dos vecinas, una panadera y una mujer que vivía en la plaza, han coincidido en que vieron a la mujer “bracear y manotear” y que vieron al agente medio metido en el vehículo de la presunta víctima. Sin embargo, ninguna de las dos vio nada del interior del coche, donde pasó lo que se ha enjuiciado esta mañana. El policía local que acudió a la llamada de su compañero acusado ha contado ante el tribunal que llegó allí y solo vio a la “mujer alterada” y que cuando se fueron de allí esta le gritó a su amigo, el que antes había declarado, que “se iban a cagar”, dirigiéndose a los agentes. Esta presunta agresión podría costar al policía dos años de prisión y casi 21.000 euros, tal y como solicita la acusación particular, ejercida por Carmen Sánchez Herrero, por los días en los que la mujer no pudo trabajar. La Fiscalía pide 18 años y medio para el policía al creer que la agresión sí que se produjo en el interior del coche.