Declara que un policía "le dio con la porra" y el agente dice que se defendió de "su embestida"

El juicio se ha celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial de Zaragoza
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Un policía local de Zaragoza ha sido acusado de agredir a un joven que se encontraba de fiesta en el Casco Histórico en la fiesta de Nochevieja de 2020. El joven, presunto agredido, ha sido también acusado de atentado a la autoridad por, según defienden sus acusaciones, mostrar resistencia cuando iba a ser detenido. Tres años pide para el policía la defensa del joven. La supuesta agresión se produjo la nochevieja de 2019 con el año nuevo del 2020. Según ha respondido el agente de policía, recibieron un aviso de un robo de un móvil en la calle Temple por parte de tres individuos y que habían huido hacia la calle de Contamina. Dos agentes, uno de ellos el encausado, atisbó a estos tres jóvenes que coincidían con las características que habían recibido de la centralita. Al darles el alto, según ha dicho el agente, el también acusado acometió contra él cuando apoyaba a su compañero con la detención de uno de sus amigos. Fue durante este golpe cuando el policía usó la tonfa – elemento de defensa de policarbonato similar a una porra- para evitar otra embestida. Así ha explicado como recibió la herida en la ceja. “Me quedé acompañando al compañero y me acometió. Quería pelear”, ha dicho. Y es que, según ha defendido, el joven llegó a amenazar al agente abriéndose incluso la camisa y gritándole que “quería pelea”. La confesión del otro acusado mucho difiere de la del agente y es que este dice que estaba en la puerta de un pub, vio cómo venía gente corriendo y los policías los detuvieron “directamente”, para después esposarlo y que uno de ellos “levantó la porra y le dio”. El golpe le produjo un traumatismo por el que tuvo que recibir puntos de sutura. “A lo que me di cuenta estaba en el suelo. Perdí la visión de este ojo y me quedé inconsciente diez segundos”, ha añadido. Uno de sus amigos, presente aquella noche, ha corroborado su versión, pero ha declarado ante el tribunal que no recibió el porrazo esposado. Este último no recibió ningún golpe y tras observar la agresión a su amigo “se apartó hacia la derecha”. El forense del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), que estudió a la presunta víctima, ha explicado que el golpe que recibió podría haberse realizado de “forma directa o indirecta”. Es decir, que cabe la posibilidad de que se hiciese con una porra o con la tonfa. Otro médico, experto en la valoración de lesiones y propuesto por la defensa del joven, ha declarado que este traumatismo solo podía haberse realizado por un golpe “de forma directa”, es decir, apoyando la versión de la porra. La sesión ha tenido una conjunción atípica de abogados. Mientras que el acusado y presunta víctima tenía su defensa, Camilo Pablo Deza, también este ejercía de acusación pidiendo para el agente tres años de prisión por un delito de lesiones, la inhabilitación y el pago de 2.900 euros por las secuelas. La Fiscalía ha decidido no presentar acusación contra el policía, pero sí contra el presunto agredido por un delito de atentado a la autoridad. “La conducta del agente no tiene reproche. Fue un acto defensivo”, ha explicado la fiscal. Una tesis a la que se ha adherido la defensa del policía -también acusación del otro- ejercida por el letrado Enrique Esteban que pide un año de prisión por un delito de atentado. Esteban ha añadido además un delito leve de maltrato que correspondería a un pago de ocho euros al día durante dos meses. A esta última tesis, a la de que el agente se defendió de la agresión, también se han unido las defensas Mapfre y el Ayuntamiento de Zaragoza que piden para su defendido, el agente de policía, la absolución.