El acusado de la muerte de Katia: "Estoy muy arrepentido, no fue voluntariamente"

El juicio ha tenido lugar en la Audiencia Provincial de Zaragoza // Foto: Laura Trives
photo_camera El juicio ha tenido lugar en la Audiencia Provincial de Zaragoza // Foto: Laura Trives
“Pido perdón a la familia de Katia, estoy muy arrepentido. No fue voluntariamente, no era consciente de lo que estaba pasando”, así ha usado sus últimas palabras Rubén C.P. en el juicio que le puede mandar a prisión de 23 a 26 años. Ahora está en manos del jurado decidir qué pasará con este hombre acusado de acabar con la vida de Katia, su expareja. La decisión final radicará en si fue consciente o no de lo que hizo. Esta mañana ha tenido lugar la última sesión del juicio por la muerte de Katia en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza en mayo de 2021. Las diferentes partes han presentado sus informes finales al jurado popular, que comenzará este lunes 20 de junio a deliberar sobre el futuro de Rubén. El principal punto de desconexión entre las partes ha sido si la enfermedad mental del acusado mermó sus capacidades para coser a 64 puñaladas el cuerpo de su expareja. La Fiscalía esta mañana ha anunciado que ha integrado en su causa la atenuante leve por trastorno mental. “Estos trastornos limitan brevemente pero no la anulan, ni la anulan gravemente”, ha dicho. Sin embargo, el abogado de la acusación popular, en representación de la Comunidad Autónoma, José Luis Gay, cree que Rubén era consciente de lo que hacía. “Estuvo sentado con el móvil y hablando con la Policía, se volvió a meter dentro y profirió díganle a mi padre que lo quiero. Un brote psicótico no desaparece en diez minutos. Era plenamente consciente de lo que hizo”, ha añadido Gay. En lo que ambas acusaciones han coincidido ha sido la aplicación de la agravante de género. “Es un caso de violencia machista. Fueron los celos, él no concibe que una mujer le pueda ser infiel”, ha explicado la fiscal. También han coincidido en el delito de quebrantamiento de condena, por el que la fiscal pide nueve meses de prisión y la acusación popular un año. La defensa, ejercida por la letrada Carmen Sánchez Herrero, ha defendido que “tiene una merma en la capacidad volitiva” y ha culpado al sistema de fallar ese día. Tanto por la orden de alejamiento que no cumplió y por también, según ha dicho, no ser atendido de su enfermedad mental como debía. “Si el sistema hubiera dado mejor respuesta, Katia estaría viva”, ha continuado. Además, sobre la responsabilidad civil que le solicitan, unos 200.000 euros para la familia de la víctima. Sánchez ha alegado que no ha habido ninguna prueba de la existencia de la familia de Katia. El lunes se entregará a los miembros del jurado el objeto del veredicto que deberá decidir sobre el futuro de Rubén C.P. Después, la magistrada presidenta será, si queda culpable, la que moldee la pena.