Rodrigo San Miguel se despide del Casademont: "Me hubiese encantado continuar"

El base y capitán del conjunto aragonés, Rodrigo San Miguel, celebra una de las canastas ante el Dinamo Sassari
photo_camera El base y capitán del conjunto aragonés, Rodrigo San Miguel, celebra una de las canastas ante el Dinamo Sassari
Después de tres temporadas en las que se ha erigido como uno de los líderes del Casademont Zaragoza, ha llegado el momento de decir adiós a Rodrigo San Miguel. El capitán del cuadro rojillo se ha despedido a través de sus redes sociales con una carta en la que anuncia que no seguirá. Sin embargo, quiere que sea solo un “hasta luego”. En la misiva recuerda cómo, a finales de abril del 2019, recibió “una de las mejores noticias” que se podía esperar. El Basket Zaragoza, por fin, después 15 años jugando fuera de la capital aragonesa, llamaba a las puertas. Había pasado una década y media desde que se marchó, y el hecho de pensar que volvía a su tierra le ponía “los pelos de punta”. “Afortunadamente todo salía bien, y unos meses más tarde, con 34 años, me convertía en jugador del Casademont Zaragoza”, escribe. Su intención era, según asegura, finalizar aquí su carrera deportiva, pero “el deporte es complejo y no siempre salen las cosas como a uno le hubieran gustado”. Eso sí, afirma que le hubiese “encantado” poder continuar. Han sido tres años en los que ha vivido “de todo”. Un primer año “soñado, irrepetible, imposible de explicar”. Luego llegó uno “regular, marcado por la falta de vuestro apoyo en las gradas”, pero donde consiguieron dos Final Four y la primera medalla para el club. Y se despide tras un año “frustrante y decepcionante”, pero que finaliza con el club “donde se merece, en la Liga Endesa”. Pero esto es deporte, y siempre hay que quedarse con la bueno para seguir avanzando. Durante estos años ha disfrutado de su tierra y su gente “desde una posición privilegiada”. “He sido jugador y capitán del Basket Zaragoza. He vivido el sueño de cualquier niño que empieza a jugar en el paso de un cole de nuestra ciudad, y por eso me siento agradecido y orgulloso”, ha señalado. Mas allá de los resultados deportivos, se queda con las innumerables muestras de cariño que ha recibido de la gente. “Sois una afición exigente, pero que cuando se vuelca lo hace con el corazón”. “Y me quedo también con el apoyo, las tertulias, y la generosidad de profesionales como Javi Mateo, Juan Carlos, Isaac, Mugui, Nacho, Luisón y Arturo. Sois el motor del club y os estaré eternamente agradecido”, se ve en su escrito. Eso sí, el adiós al baloncesto no ha llegado todavía para San Miguel. Quiere mucho este deporte, demasiado para decirle adiós, así que buscará un nuevo lugar. “Os aseguro que esté donde esté seguiré rugiendo con la Marea Roja y desenado que nuestros caminos se vuelvan a juntar en un futuro no muy lejano”, declaraba. Y para poner fin a su declaración, el grito de guerra del equipo: ¡1,2,3 Rasmia!.