El director deportivo de la Sociedad Deportiva Huesca, Ángel Martín González, ha cambiado su discurso este último tramo del mercado veraniego. La razón son los problemas con el límite salarial, incluso después de la salida de Sandro a Las Palmas, que solo permitirán acometer, en principio, el fichaje de un central. El deseo de la directiva, que no parece que se pueda materializar, era incorporar dos, y así lo habían transmitido en las comparecencias previas.
En la presentación de José Ángel Carrillo, el máximo responsable de la parcela deportiva ha dicho estar “a la espera” de esta incorporación de la que se lleva hablando “desde el principio del mercado”. Eso sí, ya no dependerá del espacio que dejen otras salidas, como puede ser la de Álvaro Fernández, al que se relaciona con la Real Sociedad. La marcha del guardameta riojano, una de las operaciones de las que el Huesca quería sacar rédito económico, sigue “en punto muerto”, ya que, en palabras del director deportivo, existe un interés pero no para que “se pueda cerrar hoy o mañana”.
Pese a los problemas para confeccionar la plantilla, Martín González ha considerado que la defensa es el único “punto negro” del global. En la medular y el ataque, ha continuado, el plantel “está compensado y se cuenta con diferentes perfiles” para complementarse. Es, a su juicio, “el mejor equipo” que los azulgranas pueden tener en este momento, a la espera de la última pieza.
El mercado permanece abierto y la intención que transmite el club es seguir atentos a las oportunidades de los últimos días. No obstante, esto choca con la coyuntura económica y todo se reduce a “tener límite o no”.
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