Ni los errores individuales que costaron puntos contra el Cartagena, ni verse abajo en la clasificación tras las dos primeras jornadas alejan al entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca de su objetivo prioritario a estas alturas de temporada, que sigue siendo ensamblar al equipo. Cuco Ziganda ha insistido en la comparecencia previa al encuentro contra el Albacete del viernes en continuar “encajando las piezas” para conseguir “ser compactos” y competir, algo que a su juicio no se vio por momentos en el último encuentro.
De inicio, ha dicho, “la idea es jugar con dos delanteros”, aunque el técnico navarro no se cierra a los cambios, siempre que estos permitan sacar “la mejor versión de los jugadores”. En ese 4-4-2 es poco probable que tenga minutos Carrillo, el último en llegar y que todavía acusa la falta de ritmo tras pasar la pretemporada sin equipo. No estará seguro Joaquín Muñoz, con varias semanas de recuperación por delante, y es duda Enzo Lombardo, “que no termina de arrancar”. Sin estar al cien por cien, podría regresar a la convocatoria Cristian Salvador, que se perdió los últimos choques de pretemporada y las dos primeras jornadas ligueras por una lesión en el hombro.
Por su parte, Andrei Ratiu, que se retiró el pasado domingo con un golpe en el tobillo, ha completado casi todo el entrenamiento. El lateral rumano, ha asegurado, sería el único cambio seguro en defensa si su estado físico le impidiera participar. “Por un error puntual, no me gusta cambiar. Uno valora cosas más generales y todo el mundo está expuesto”, ha comentado, dejando en el aire si optará por el canterano Hugo Anglada o dará entrada a Jérémy Blasco, inédito hasta la fecha en competición oficial.
A esos errores individuales, y en concreto a los dos penaltis cometidos contra el Cartagena, no les ha dado “muchas vueltas”. En cambio, le preocupan más otros menos visibles pero que no acabaron en goles en contra, como puede ser “ajustar la presión” para “incomodar” la fluidez del equipo rival.
Tampoco ha querido entrar a valorar el final de mercado, marcado por los ajustes para cuadrar el límite salarial y que han rebajado las pretensiones del club, de incorporar dos centrales a solo uno. “Hay que saber adaptarse”, ha insistido, y es consciente de que a veces “uno no dispone de los medios para tener determinadas piezas” que en un momento dado utilizaría. A estas alturas, además, ha opinado que la ventana de fichajes debería estar cerrada desde el comienzo de la competición para evitar “los vaivenes” de clubes e intermediarios.
Punto y final con Sandro
A pregunta de los periodistas, Ziganda ha deseado suerte a Sandro Ramírez tras dejar el Huesca rumbo a Las Palmas. Eso sí, ha puntualizado que los acuerdos contractuales existen “porque cada uno no puede hacer lo que le dé la gana”. “Lo más importante son los clubes, que los sostienen los socios y los aficionados. Si pensamos que estamos por encima de ellos, nos equivocamos”, ha sentenciado.
El Albacete de Rubén Albés, rival este viernes
En el Carlos Belmonte, el Huesca se encontrará a un Albacete que viene de sumar cuatro puntos después de ganar al Lugo y empatar contra el Burgos. Para el entrenador azulgrana, “no han tenido momentos malos” en estos dos primeros enfrentamientos. A estas alturas, ha añadido, “da la sensación de que se han encontrado los jugadores y el entrenador”, Rubén Albés, en torno a la idea de juego.