
Los noventa los llevaron al estrellato con sus canciones rockeras de protesta, que dejaron una huella difícil de borrar en toda una generación de aragoneses. Una generación que, por primera vez después de 20 años, pudo volver a corear en directo las letras inconfundibles de Ixo Rai! el pasado 23 de abril, en una actuación de regreso en la que los doce miembros de la banda lo dieron todo como si el tiempo no hubiese pasado. Ese iba a ser, en un principio, el último concierto, pero la acogida fue tan abrumadora que el grupo se animó y a lo largo del verano ha terminado actuando en otras siete ocasiones en diferentes localidades aragonesas. Hoy han prometido, aunque con la boca pequeña, que su adiós definitivo será el 7 de octubre, en una gran fiesta en la Sala Multiusos del Auditorio que contará con varios artistas invitados.
“El concierto final va a ser en vísperas de las Fiestas de Pilar y nos acompañarán, entre otros, Amaral, Artistas del Gremio, La Ronda de Boltaña, Jorge Asín, María José Hernández, Santiago del Campo, del grupo Los Especialistas, y el jotero José Luis Urbén”, ha anunciado el cantante del grupo José Juan Lanuza, más conocido como Jota. Eso sí: antes a la banda todavía le queda un concierto de esa “pequeña gira” de este verano, que será el próximo domingo 11 de septiembre en Alcañiz (Teruel).
Tras su separación en abril de 2002, Ixo Rai! no tenía intención de tocar de nuevo, pero después de que el bajista Alfonso Urben publicase un libro con anécdotas de la banda y de que otro de los miembros, el batería y percusionista Juanito Ferrández, anunciara su enfermedad, los seguidores comenzaron a pedir su vuelta y el grupo se rindió ante sus fans. El histórico concierto del Día de San Jorge, patrón de Aragón, supuso un regreso todavía más emotivo de lo esperado. Y apenas un mes después, Juanito Ferrández fallecía a causa del cáncer que padecía.
Las actuaciones de este verano han tenido un sabor agridulce “por no estar con Juanito” y, aunque la vuelta haya sido exprés, para todos ellos “ha sido como si se hubiese parado el reloj”, ha dicho el batería Miguel Isac, quien ha añadido que si por el fuera “la banda seguiría”. Todos han coincidido en que 20 años después no esperaban estar a ese nivel y es que incluso se les ha visto más enérgicos que entonces. “Ahora ensayamos más y salimos menos de fiesta”, han bromeado, aunque también ha tenido mucho que ver las “responsabilidades individuales”. Algunos, por ejemplo, han tenido hijos que ahora tienen 20 años y que han visto a sus padres subidos a un escenario por primera vez. “Y había que estar a la altura”, han comentado.
“Vitalmente vemos que ya no es el momento de seguir”, ha justificado Jota sobre la ruptura definitiva de la banda, aunque ha entre risas ha añadido que “nunca más diremos que de esta agua no vamos a beber”, dejando así la puerta entre abierta a actuaciones puntuales dentro de unos años.
Después de dos décadas, han coincidido todos, “la vida te da otra perspectiva y las pequeñas rencillas por las que decidimos separarnos nos parecen ahora tonterías”. De todas formas, la vuelta definitiva era improbable porque “somos muchos y compatibilizar once realidades es complejo”, han lamentado, aunque creen que “este regreso temporal ha sido posible porque cuando hay una motivación fuerte, todo lo es”.
Y así, como lo hicieron en abril, el próximo mes de octubre volverán a hacer todo posible ante un público expectante que, como ellos, no quiere ni cree que sea la última vez.