¿Se imaginan cómo puede ser una jornada de trabajo en la Antártida? Esta es la extrema situación que han vivido y volverán a experimentar 13 militares del Ejército de Tierra, entre ellos, tres de unidades aragonesas, el próximo diciembre. Lo ha relatado el Teniente coronel, Ángel Prado, y jefe de la nueva Campaña Antártica, que trasladará a 13 militares y 22 científicos a la isla para desarrollar investigaciones científicas.
Los militares comienzan el día con la preparación de las embarcaciones para desplazar a los científicos por la zona, a los sitios donde han previsto realizar sus investigaciones. Vuelven a la base para comer, si es posible, y por la tarde, el personal científico recopila e interpreta los datos recogidos sobre el terreno. En muchas ocasiones vuelven a salir para realizar más experimentos. Todo esto bajo las dificultades climáticas de la Antártida con una temperatura mínima que puede llegar hasta los -18 grados y rachas de viento que alcanzan los 102 kilómetros por hora.
Para esta situación de trabajo tan arriesgada, viaja una gran variedad de personal militar que abarca diversos perfiles: especialistas en motores, instalaciones, navegación, un veterinario y un médico, entre otros. El médico es “muy importante” porque “la ciudad más cercana se encuentra 1.000 kilómetros”, ha expresado Prado. Los militares se encargarán también de mantener la base, la limpieza sanitaria, la elaboración de la comida y mantener la alimentación eléctrica.
LA NUEVA CAMPAÑA ANTÁRTICA
La XXXVII Campaña Antártica 2023-2024 cuenta, como cada año, con la participación del Ejército de Tierra, la misión más antigua que desarrollan en el exterior, que comenzará el 22 de diciembre y durará cuatro meses. Supone la colaboración entre científicos y militares que viajarán a la Base Gabriel de Castilla para llevar a cabo 20 proyectos científicos. La presentación de la campaña ha tenido lugar esta mañana en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.
El Teniente coronel, Ángel Prado, ha destacado que el objetivo de los militares es “mantener la base en condiciones de vida para que la comunidad científica pueda desarrollar sus proyectos, además de apoyarles directamente en el movimiento por la isla, que es un lugar inhóspito y hostil por las condiciones meteorológicas y orográficas”. Además realizarán “proyectos militares logísticos”.
DESARROLLO DE PROYECTOS CIENTÍFICOS
En la nueva campaña se prevé desarrollar 20 proyectos científicos. Nueve trabajos de “Ciencias de la Vida” y “Calidad Ambiental”, entre los que destaca el proyecto “Perpantar”, que estudiará las consecuencias evolutivas de la personalidad de los pingüinos de la zona. Además, se llevará a cabo el estudio “Microairpolar2” que investiga la biogeografía, el transporte y la adaptación de microorganismos polares, y el “Radiant” que estudia los efectos de la radiación solar y la temperatura.
Cinco proyectos, enmarcados como “Ciencias de la Tierra”, estudiarán temas como los efectos pasados y presentes del cambio climático o el impacto humano en la geoquímica de la superficie terrestre en áreas libres de hielo de la Antártida.
Las “Ciencias Físicas” engloban seis proyectos que analizarán los componentes atmosféricos en zonas polares y su impacto en el clima, o la medición de la radiación presente en la nieve y hielo árticos. También llevarán a cabo actividades de vigilancia volcánica, monitorización térmica de los suelos congelados y mantenimiento de estaciones meteorológicas.
El rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, ha puesto en valor el trabajo que realizan los científicos y militares, y ha añadido que “las investigaciones son muy difíciles de llevar a cabo fuera de las condiciones que nos ofrece la Antártida”.
El Comité Polar Español se encarga de coordinar a todos los organismos que participan, especialmente el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Ejército de Tierra.