Julio Velázquez en el banquillo de La Romareda
El entrenador cree que hay mimbres para hacer buenos partidos

Julio Velázquez se proclama, tras llegar al Real Zaragoza, el hombre “más feliz del mundo”. Porque no se lo pensó al recibir la llamada del director deportivo, Juan Carlos Cordero, que por cierto, le llenó de “gratitud y orgullo”. Una reunión con la propiedad, el director general y el deportivo le convenció, ayudado por “un feeling muy positivo”. El míster ve plantilla para hacer algo “muy interesante”.

Su amor por el fútbol y “responsabilidad profesional”, ya que Segunda es una de las categorías que tiene más analizada, fueron cooperadores necesarios. Por cierto, Julio Velázquez asegura haber visto “todos los partidos del Real Zaragoza”, y “sin ningún tipo de duda”, tiene claro que lo va a sacar adelante. La valoración de la plantilla y las posibilidades de la misma son “muy elevadas” y, además, sabe que este equipo es histórico.

Sin ir más lejos, este mismo martes se le ha puesto la piel de gallina al palpar la historia, la afición, la grandeza de un club donde basta mirar la Copa de Europa de Campeones de Copa, La Recopa, para aunar todo ello. Y más si una institución como Alberto Belsué es el encargado de transmitirlo. Ubicarse, saber lo que es el Real Zaragoza, es quizá lo más importante de todo, y fue el talón de Aquiles de sus dos predecesores.

Sabiendo eso, Velázquez apuesta por “focalizarse en el presente y construir algo que permita ser competitivos en el presente y el futuro”. Todo comienza de forma inmediata, y su deseo es “mirar permanentemente hacia arriba de forma ambiciosa, pero siendo realistas”. Así es como tratará de hacer un cuadro “reconocible y con identidad”, algo de lo que busca presumir, más allá de un estilo de juego propio. Las circunstancias en el entorno cambian, pero esa identidad debe permanecer. “Armonía y dotar al equipo de la estructura adecuada. Que no pierda la cara a la competición sea una u otra la propuesta” es el secreto. Al menos por ahora.

LEVANTAR LA MORAL

El nuevo entrenador asegura haberse un encontrado unos jugadores en buena forma física, pero ha dejado ver que la cuestión mental ha pasado factura. “Cuando no estás en una dinámica positiva de resultados, a nivel emocional no te encuentras óptimo”, ha reconocido. Por ahí se ha intentado enfocar el primer mensaje hacia el grupo. “Hay mimbres suficientes para construir algo muy interesante, jugadores con buenas trayectorias, capaz de hacer cosas a tener en cuenta, bonitas. Eso intento transmitirles: máxima ilusión. Son jugadores de alto nivel”, ha valorado.

En el Real Zaragoza, tener “personalidad y coraje” es clave. Eso ayudará a dar “tardes bonitas” a la grada de La Romareda, y Velázquez ve muchas opciones de que eso suceda. De esta forma, aterriza en Zaragoza un míster con muchas experiencias a sus espaldas y en las que reconoce “particularidades”. “Es posible cambiar al dinámica y hay una gran plantilla para construir algo muy interesante”, ha insistido un técnico que se vale de años en muchos países.

La afición, que apoya y exige, “como es normal” es una parte imprescindible. A partir de ahí, crecer desde “el trabajo, el rigor y la exigencia”; “disfrutando del día a día, que es importante”. Sabe que el Real Zaragoza debe dar para pedir y que entre todos puede revertirse la situación. Velázquez ya trabaja en ello para poder comenzar a lograrlo de forma inmediata. No será sencillo, pero la recompensa puede ser muy grande en la escuadra aragonesa.

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