El Gobierno presenta las directrices básicas del Plan Nacional ante el reto demográfico

El siguiente paso tras la presentación de estas directrices sería la aportación de propuestas y medidas de las comunidades
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En el penúltimo Consejo de Ministros antes de las elecciones, el Gobierno central ha presentado las directrices básicas del Plan Nacional ante el reto demográfico y ha dado luz verde a la Estrategia de digitalización del sector agroalimentario y forestal del medio rural, integrado dentro del plan. Esta estrategia se estructura en tres ejes principales: reducir la brecha digital, poner a disposición del mundo rural el uso de datos e impulsar el desarrollo empresarial, así como los nuevos modelos de negocio de agricultura inteligente y de la industria 4.0. “Se trata de poner a disposición del mundo rural estrategias que permitan conectarlo”, ha explicado la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá.

Las directrices generales del Plan Nacional ante el reto demográfico, debatidas en el Consejo de Ministros de este viernes, se recogen en ocho puntos básicos: un diagnóstico demográfico y territorial con mapas que ejemplifican cuál es la realidad de cada territorio; un estudio comparado de buenas prácticas internacionales; los objetivos generales y transversales así como las líneas de actuación del Plan Estratégico; una visión transversal de la acción del Gobierno enmarcada en la Agenda del Cambio que contiene medidas promovidas por todos los ministerios; los ejes fundamentales para la gobernanza de la estrategia a través del cumplimiento de la agenda 20-30; la colaboración con CCAA y entidades locales, la búsqueda de la alianza público-privada; y el seguimiento y evaluación de la propia estrategia.

“Afrontar los cambios demográficos que afectan a España, y de forma específica el envejecimiento, la despoblación y la población flotante a través de una estrategia de naturaleza global y transversal, es una auténtica Estrategia de Estado”, ha subrayado la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet. Esta estrategia, ha dicho, debe diseñar una respuesta conjunta y de futuro desde la cooperación y la colaboración de todas las administraciones públicas.

Según Batet, desde 2011, el 80% de los municipios españoles están perdiendo población, lo que está generando la concentración y saturación en torno a algunos grandes núcleos urbanos. La dispersión de la población se está marcando, según la ministra, en que el 48,4% de los municipios está por debajo del 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, “ratio que la UE califica como de riesgo de despoblación, encontrándose algunas de éstas en lo que la UE califica como riesgo severo de despoblación, al no llegar a 8 habitantes por kilómetro cuadrado”, ha apuntillado.

El envejecimiento de la población también es un factor que afecta a la despoblación. Según Batet, España cuenta con una esperanza de vida de 83,4 años, siendo esta la tercera mayor longevidad de la OCB y la primera de la UE. “Es un dato positivo pero la consecuencia directa de eso es que tenemos cada vez más un país con gente mayor”, ha asegurado. También afecta la baja natalidad, “el indicador coyuntural de natalidad en España es de 1,31 hijos por mujer, el segundo valor más bajo de la UE”, ha subrayado.

Un concepto novedoso es la “masculinización del territorio”, ya que, según la ministra, en el 75% de los municipios hay un porcentaje mucho más elevado de hombres que de mujeres. Por último, se ha destacado influyente en la despoblación, la “población flotante”, que corresponde a la llegada de población con carácter estacional por factores como el turismo o la agricultura. Según Batet, “los objetivos y las líneas de actuación de la Estrategia frente al reto demográfico buscan conseguir una igualdad real y efectiva entre todos los ciudadanos, la libertad de decidir dónde quieren vivir, y un mayor equilibrio entre el mundo rural y el mundo urbano”.

Según ha indicado la ministra de Política Territorial, los objetivos transversales del Plan Nacional serán siete: La conectividad y la banda ancha; la prestación de servicios básicos; el impacto y la perspectiva demográfica; la simplificación administrativa y normativa; poner en valor la imagen de las personas y los territorios; la colaboración público-privada; y el alineamiento con la Agenda del Cambio 20-30. Estas directrices básicas, ha dicho Batet, deben abordarse desde el ámbito de las políticas públicas, “porque la acción pública en este gran reto es imprescindible”, ha apuntado.

El siguiente paso tras la presentación de estas directrices sería la aportación de propuestas y medidas de las comunidades autónomas y las entidades locales. “Se requieren propuestas adaptadas a la situación social y económica de cada lugar que han de poner en valor sus potencialidades”, ha matizado.

Finalmente, el último paso para que la estrategia viera la luz, sería su aprobación en Conferencia de Presidentes.

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