El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha aclarado ante los medios sus palabras sobre el liderazgo de Pedro Sánchez en el PSOE y el Gobierno de España. En unas jornadas celebradas en las Cortes este miércoles, aseguró que en 2014, tras abandonar Rubalcaba la secretaría general, intentó convencer al entonces presidente asturiano, Javier Fernández, de asumir el mando del partido. Era su opción y consideró, echando la vista atrás, que al país “le hubiera ido mejor”.
“Ayer me dediqué a elogiarlo (a Javier Fernández). Algunas palabras fueron manifiestamente desafortunadas, porque dan lugar a interpretaciones que no tenían que ver con lo que quería decir”, ha declarado Lambán. Aquello ocurrió “hace ocho años”, ha recordado, durante la reconstrucción del partido, un momento “muy complicado”. “No lo vamos a repetir, ni siquiera a recordar”, ha enfatizado.
A Fernández, eso sí, ha querido apartarlo de la polémica, ya que lleva varios años alejado de la política y en ningún momento quiso que se viera involucrado, ni de manera involuntaria.
En el acto que desató la polémica, Lambán tachó las primarias de un mecanismo «maligno donde los haya«. Las de 2017 son claves para entender el cruce de declaraciones, y es que Pedro Sánchez se alzó con la victoria sobre Patxi López y Susana Díaz. El presidente aragonés depositó su confianza sobre esta última, algo que no ha escondido. Sin ir más lejos, al reprocharle el PP en las Cortes que no votara en contra de la reforma del delito de sedición, se remitió a la disciplina de voto del partido, declarando que su facción dentro del PSOE era una minoría.
LA “SINTONÍA” ES TOTAL
Tras sus palabras, el presidente autonómico ha señalado que no ha hablado con su líder nacional. Sí con el secretario de Organización, para ofrecer su explicación. Del mismo modo, salió al paso publicando un tweet para aclarar sus palabras. “La sintonía es total, estamos todos en el proyecto federal. Creo que este Gobierno está siendo bueno para Aragón y vamos a seguir colaborando”, ha añadido.
Lo que no quita, ha matizado Lambán, que vaya a dejar de decirle a los aragoneses lo que piensa, como ha ocurrido en asuntos como la reforma del delito de sedición o la ley del solo “sí es sí”, en los que se ha mostrado contrario a la dirección nacional. Pese a todo, el mensaje es claro, y es que “no hay brechas insalvables” con Moncloa y Sánchez ni es “desleal” o “poco colaborativo”. “Todo lo contrario”, ha zanjado.