Ruptura total en la Ejecutiva del PAR. Los llamados “díscolos” han confirmado sus amenazas y han presentado en la sede del partido una moción de censura contra el presidente, Arturo Aliaga, quien se negaba a convocar una reunión de la directiva para convocar primarias. El senador Clemente Sánchez-Garnica se postula como sucesor en una votación que deberá tener lugar, como máximo, en siete días, aunque descarta, en estos momentos, encabezar las listas del PAR en las elecciones de mayo.
La petición de la moción de censura se ha registrado este miércoles con la firma de 16 de los 28 miembros de la Ejecutiva, incluidos el exvicepresidente de la DPT, Alberto Izquierdo, los tres directores generales de Aliaga en la Vicepresidencia, Luis Estaún (Desarrollo Estatutario), Gloria Pérez (Turismo) y Eva Fortea (Comercio), su secretario general técnico. Son, no obstante, dos menos de los que apoyaron en un primer momento presentar el recurso a la sentencia que anulaba el XV Congreso de octubre de 2021 y que ha originado la crisis del PAR.
Esta moción de censura deberá debatirse por la Ejecutiva en un plazo de siete días, aunque la intención de los “díscolos” es acortar los plazos al máximo posible, planteando que se celebre este mismo viernes. Hasta que se celebre esta reunión, y tal y como recoge el reglamento del partido, las competencias del presidente pasan a manos de, precisamente, el secretario general, Alberto Izquierdo, que será el encargado de convocar al resto de miembros.
Esta medida ha llevado a cabo después de que Aliaga se negara a convocar la Ejecutiva extraordinaria que habían solicitado los “díscolos”, aludiendo a la “situación de incertidumbre” del partido y por contener “cuestiones que exceden de las competencias de la Ejecutiva”, como el mantenimiento de los cargos de confianza y los pactos de Gobierno. Incluía, como principales puntos del orden del día, la apertura del proceso de Primarias para elegir al candidato a la Presidencia de Aragón, así como la restitución de Alberto Izquierdo como presidente de la Diputación de Teruel o el blindaje del resto de cargos.
Desde el sector de los díscolos se mantiene la predisposición en llegar a acuerdos con Aliaga, sin ninguna intención “más allá que el bien del partido”, pero lamentan la “falta de comunicación” con el presidente del partido. “Estamos dispuestos a todo lo que sea necesario para buscar los acuerdos precisos y continuar juntos. No nos mueve ninguna intención, solo el bien del partido. La falta de diálogo y comunicación nos lleva a esta situación”, expresan a ARAGÓN PRESS.
Por la mañana, antes de presentarse oficialmente la moción de censura, Aliaga se mantenía firme en cumplir la sentencia y celebrar un nuevo Congreso de forma inmediata, mientras que los “díscolos” optan por convocarlo después de las elecciones. “Queremos tender la mano y llegar a los acuerdos que nos permita el diálogo. Si esto se personaliza, será imposible. No hay nada personal contra Arturo Aliaga. Simplemente estamos muy preocupados por la marcha del partido”, añaden.
