Disparidad de opiniones entre la política aragonesa a la firma del convenio entre la DGA, DPH, Aramón y Astún para la unión de las estaciones de Formigal y la propia Astún. Mientras PP y Cs han celebrado que se haya dado un paso adelante al proyecto, con sus matices propios, desde IU se considera una “aberración medioambiental” y Podemos y CHA, socios del cuatripartito, insisten en que está “abocada al fracaso” por el cambio climático.
Desde el PP, su portavoz, Mar Vaquero, ha calificado de “pura escenificación” el acto de firma celebrado en el Pignatelli, advirtiendo de que “se trata de un nuevo engaño a los aragoneses” por el “boicot de sus socios”. “Estamos otra vez con la mentira, la incoherencia y el engaño permanente de este Gobierno”, ha afirmado Vaquero, añadiendo que Lambán sabe que “ni tiene capacidad ni solvencia para llevar a cabo el proyecto de unión de estaciones”.
Asimismo, el coordinador autonómico de Ciudadanos, Daniel Pérez Calvo, ha subrayado su “enorme alegría” por la firma del convenio, alejándose de las “previsiones agoreras” que aseguran que en el futuro no va a haber nieve. “Actualmente se viven ciclos climáticos mucho más extremos que tenemos que atajar, pero sería una osadía condenar el presente del Pirineo por algo de futuro que no sabemos si va a pasar”, ha remarcado.
Además, la diputada de Vox Marta Fernández ha valorado la “generación de riqueza” que supondrá la unión de estaciones para los valles de Aragón y de Tena, siempre que “concilie la conservación con el disfrute de la naturaleza y el desarrollo turístico”. “Desde Vox tenemos claro que el entorno de Anayet, con la Canal de Izas y la Canal Roya que dan acceso al Valle del Aragón, supone un ecosistema y un corredor ecológico único de alta montaña”, ha mantenido.
FUERTES CRÍTICAS DESDE IZQUIERDA UNIDA
La postura más crítica y beligerante con este proyecto ha llegado desde Izquierda Unida, cuyo portavoz, Álvaro Sanz, lo ha calificado de “aberración medioambiental” y “atentado” contra el patrimonio natural de la Comunidad. "Son unos planes financiados por la UE para impulsar el turismo verde y vertebrador, todo lo contrario a los valores que encarna el proyecto de unir las estaciones de esquí de los valles del Aragón y de Tena”, ha señalado.
Para Izquierda Unida, “es el momento de mostrar la fuerza de todas las voces que claman contra la ejecución de la unión de estaciones de esquí sobre la que, a día de hoy, no se conoce su proyecto”. “Lo hemos pedido pero el Gobierno de Aragón no nos da esta información”, ha afirmado Sanz, quien ha denunciado que lo único que se sabe es que tiene un presupuesto de 34 millones de euros, de los cuales 26 serán financiados por fondos europeos.
PODEMOS Y CHA FIJAN SU RECHAZO
Por su parte, CHA y Podemos han reiterado su rechazo a este proyecto. Desde la formación aragonesista, Joaquín Palacín considera que la unión de estaciones “no es medioambiental ni económicamente sostenible, y está abocado al fracaso por el cambio climático”. De hecho, ha apostado por destinar los fondos europeos “a otros fines capaces de garantizar un futuro más sostenible” para el sector de la nieve, como la modernización de los centros existentes, la mejora de los accesos e infraestructuras, una mayor promoción en el ámbito turístico y políticas destinadas a lograr la desestacionalización del sector.
Del mismo modo, Podemos asegura que estas diferencias están pactadas desde el inicio de la legislatura y que vigilarán que se priorice el respeto al medio ambiente. “Yo misma manifesté estar en contra y estamos poniendo todos los mecanismos legales para garantizar que, si finalmente se produce, que se haga de acuerdo a la ley y protegiendo el paisaje”, ha expuesto su líder y consejera de Ciencia, Maru Díaz.
Hacia ellos ha tenido palabras el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien ha destacado la “lealtad” que ambos han mantenido a la estabilidad del cuatripartito pese a estar radicalmente en contra del proyecto de la unión de estaciones. De hecho, ha mencionado directamente al consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, por haber tenido un comportamiento “impecable” con sus gestiones pese a “no estar de acuerdo en algunas políticas mayoritarias” del Ejecutivo. “No tengo ninguna duda ni queja de ninguno de los dos socios, respetando las discrepancias que aceptamos desde 2019”, ha aclarado.
