“Buena nota”, pero con un suspenso final. Así han definido los tres socios de Javier Lambán, Podemos, CHA y PAR, a los cuatro años de Gobierno en coalición. Todos ellos han reconocido las dificultades de una legislatura marcada por la pandemia y por las consecuencias de la guerra en Ucrania, e incluso aceptando que no eran su primera opción, pero han celebrado la estabilidad que ha aportado a la Comunidad.
En este sentido, el portavoz del PAR, Jesús Guerrero, que no repetirá en la próxima legislatura tras la crisis generada en la formación, ha valorado el papel del vicepresidente, Arturo Aliaga, dentro de un cuatripartito en el que todos “han aparcado sus diferencias en pro de algo común que nos une”, como “Aragón”. “Siete de cada diez euros del presupuesto se gasta en Sanidad y Educación. El Gobierno ha puesto de manifiesto esa prioridad. La mejor generación de riqueza las hacen las empresas y había que colaborar para encarrilar el tejido productivo”, ha destacado.
Igualmente, el portavoz de CHA, Joaquín Palacín, ha reconocido estos años como “la legislatura del diálogo, acuerdos y hablar”, con cuatro presupuestos “en tiempo y forma” y con leyes “esenciales”. Además, dentro de la Consejería de Vertebración del Territorio, ha enumerado los proyectos para lograr que “todos los aragoneses tengan los mismos derechos, vivan donde vivan”, como el nuevo transporte público, el Fondo de Cohesión Territorial, el plan extraordinario de carreteras, la rehabilitación de Canfranc, o el apoyo a los pequeños municipios en competencias urbanísticas.
Por su parte, la diputada de Podemos Marta de Santos no ha dudado en afirmar que a Aragón “le ha sentado bien” un Gobierno con Podemos, aportando un “escudo social, acompañamiento a los más vulnerables y protección frente a los abusos de grandes empresas” en la “legislatura más difícil de la historia”. No en vano, ha destacado la inversión en ciencia, en banda ancha, en la financiación de la Universidad o la contratación del operativo contra incendios.
LA UNIÓN DE ESTACIONES, LA PIEDRA EN LA ÚLTIMA FASE DEL CAMINO
Pero esa balsa de aceite que se presume desde el seno del cuatripartito se ha encontrado con una dura piedra en los meses finales, como el proyecto de unión de estaciones, rechazado firmemente por Chunta y Podemos. De hecho, De Santos cree que supone un “incumplimiento severo” del pacto de Gobierno, que no tiene “rigor científico ni político”, y que es una “pérdida de oportunidad” para “adaptar el turismo al cambio climático”.
En la misma línea, Palacín cree que el proyecto supone un “gran desacuerdo” que “no compartimos”. “Hay que apoyar a la nieve, pero de otra forma. Es una lastima que una legislatura vaya a terminar de esta manera. Creemos que Aragón necesita otras políticas más sostenibles”, ha remarcado el presidente de CHA.
Ante estas palabras, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha asegurado que la unión de estaciones “no es un capricho”, sino que es una reclamación histórica de “alcaldes y ciudadanos”. “Nos permitirá competir con Andorra, Cataluña y otros destinos, con la seguridad de que desde el punto de vista ambiental es aceptable”, ha mantenido.
