Calatayud perderá cuatro concejales al caer de 20.000 habitantes y Caspe los gana al llegar a 10.000

Calatayud ha sufrido una caída de 259 personas, lo suficiente para bajar de 20.000 habitantes y pasar de 21 concejales a 17
photo_camera Calatayud ha sufrido una caída de 259 personas, lo suficiente para bajar de 20.000 habitantes y pasar de 21 concejales a 17

La cita con las urnas del próximo 28 de mayo servirá no sólo para elegir a los 67 diputados de las Cortes de Aragón, sino que se designarán hasta 4.329 concejales en los 731 municipios del territorio aragonés. Son 16 más que en los anteriores comicios, propiciados por la variación de habitantes, que ha provocado que, por ejemplo, Calatayud pierda cuatro ediles al caer de los 20.000 habitantes, mientras que los ganará Caspe, que ha superado los 10.000 vecinos.

La designación de los concejales queda marcada por la ley electoral, según el último número de habitantes oficial, que, en este caso, se corresponde con el Padrón municipal a 1 de enero de 2022. En total, 52 municipios de Aragón verán variado su número de ediles, de los que se incrementa en 30 y se reduce en 22. Así, la provincia de Zaragoza suma dos concejales (aunque varía en 27 localidades), Huesca añade 14 (perdiendo representación sólo en tres municipios) y Teruel se mantiene.

En estos cuatro años, la Comunidad ha ganado 17.587 habitantes, alcanzando los 1.326.315 habitantes. Algo más de la mitad se encuentran empadronados en Zaragoza, que llega a 673.010 vecinos, 6.130 más que de cara a los comicios de 2019. De hecho, la capital aragonesa se encuentra a menos de 27.000 personas de ganar dos nuevos concejales, y a menos de 9.000 de superar a Sevilla como la cuarta ciudad de España.

Esta reducción o ampliación de concejales no supone un asunto de menor importancia, ya que, al margen del número de ediles de los que dispondrán los partidos políticos, estará en juego parte de la financiación a la que se accede a través de subvenciones para lograr unos mejores servicios públicos. Por este motivo, el alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda, ha criticado el método de conteo del INE, ya que, a su juicio, no tiene en cuenta la población inmigrante que no reside permanentemente en la localidad. En su caso, el padrón refleja una caída de 259 personas, lo suficiente para bajar de 20.000 habitantes y pasar de 21 concejales a 17.

CASPE GANA CUATRO EDILES

El caso contrario es el de Caspe, que ha logrado incrementar su población en 695 personas para alcanzar los 10.220 vecinos y los 17 ediles. Su alcaldesa, Pilar Mustieles, ha ironizado sobre la dificultad añadida que supone, en estas fechas, organizar las listas electorales, pero valora todo el trabajo realizado para reforzar el sector primario y fomentar el regadío para lograr atraer a nueva población, sobre todo, inmigrante.

Pero ello conlleva un esfuerzo extra para reforzar las clases de español y los centros de salud, además de obligar a solucionar la falta de vivienda en el municipio. “Es donde existe el mayor déficit. Al crecer en el último año ha provocado en un déficit de infraestructuras que, poco a poco, se tendrá que paliar con viviendas sociales o apoyada para fomentar que la juventud se pueda independizar”, ha expuesto.

LA IMPORTANCIA DE PASAR DE CIEN HABITANTES

En otros casos, apenas un puñado de personas puede significar casi doblar el número de concejales. Es el caso, por ejemplo de Fanlo, un pequeño pueblo del Sobrarbe junto al macizo de Monte Perdido, que ha logrado crecer en nueve habitantes, superar los cien y pasar de tres a cinco ediles. “Es un cambio significativo porque, a la hora de colaborar, no es lo mismo estar tres que cinco. Hay reuniones en comarcas, de reserva de la biosfera, y entre cinco se trabaja mejor que con tres, sin duda”, ha resaltado su alcalde, Horacio Palacio.

La importancia del turismo en esta localidad, situada en el corazón de Ordesa, explica en gran medida este incremento de población, que ya estuvo a punto de lograrse para las elecciones de 2019. “Hay negocios que se cierran y otros se abren. Algunos vienen a probar una temporada y se van, pero siempre siguen vinculados al pueblo. Otros sí se establecen con un pequeño negocio. Últimamente ha venido gente joven. Aquí ha venido una familia a vivir desde hace año y medio, y a Buisán, que no venía nadie desde hace 45 o 50 años ha venido otra familia de Irlanda con dos niños”, ha destacado Palacio.

ONCE LOCALIDADES ENTRE 10.000 Y 20.000 HABITANTES

Así, las tres capitales se mantendrán con 31 (Zaragoza), 25 (Huesca) y 21 (Teruel) concejales, mientras que otras once localidades se encontrarán en el tramo medio de 17 ediles, al contar con entre 10.000 y 20.000 ciudadanos. Son, además de las mencionadas Calatayud y Caspe, Alcañiz, Barbastro, Cuarte de Huerva, Ejea de los Caballeros, Fraga, Jaca, Monzón, Tarazona, y Utebo

Mientras, en el siguiente tramo, de 13 concejales con entre 5.000 y 10.000 habitantes, se encuentran Alagón, Andorra, Binéfar, Borja (la única que se incorpora), La Almunia, La Muela, La Puebla de Alfindén, María de Huerva, Sabiñánigo, Tauste y Zuera. Por su parte, 204 municipios, el 27% del territorio, se encuentran en el más bajo, con tres concejales, siendo cinco menos que en las elecciones de 2019, aunque 94 de ellos, casi la mitad, se encuentran en la provincia de Teruel.

En concreto, la Ley Electoral rige la escala que determina el número de concejales según la población. Los municipios cuentan con 3 representantes si tienen menos de 100 habitantes; 5 si su censo oscila entre 101 y 250 personas; 7 si está entre 251 y 1.000 vecinos; 9 entre 1.001 a 2.000 ciudadanos; 11 de 2.001 a 5.000; 13 de 5.001 a 10.000; 17 de 10.001 a 20.000; 21 de 20.001 a 50.000; y 25 para las ciudades de 50.001 a 100.000 habitantes. De ahí en adelante, se suma un concejal más por cada 100.000 residentes, añadiéndose otro más si el resultado es par.

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