Ha querido la casualidad, o no, que sea Zaragoza, una de las primeras ciudades donde gobernó Podemos y sus candidaturas del cambio, la que ahora escenifique el momento más difícil del partido, en plena irrupción de Sumar. Porque hay ausencias, como la de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que pese a todo son capaces de hacerse hueco. También figuras, caso de Pablo Iglesias, que sin ser cabezas de cartel acaparan buena parte de los focos.
En ese clima, el del tira y afloja aunque todavía sin pacto para las generales a la izquierda del PSOE, se ha desarrollado la Fiesta de la Primavera de los morados, a la que ha asistido su plana mayor y cientos de militantes de toda España.
Más de dos horas y media han transcurrido, cambio de escenario mediante por el fuerte cierzo, desde el inicio del mitin central hasta que la titular de Igualdad, Irene Montero, ha soltado la frase que todos estaban esperando. Porque sí, “es mejor un acuerdo con Sumar”, pese a sus reconocidas discrepancias, que permitir un gobierno sin las fuerzas progresistas. “Estamos dispuestos”, ha subrayado Montero, en un parque del Agua abarrotado.
SÁNCHEZ Y EL SOLO SÍ ES SÍ
Antes, tajante, ha dejado otro mensaje para los que ya les entierran de cara a diciembre: “Tienen ustedes delante al muerto más vivo que han visto en su vida”. Y es que quedan “batallas” por delante, la más inmediata en el Congreso con la reforma de la ley del solo sí es sí, para cuya votación ha pedido a Sánchez reeditar la mayoría de la investidura en lugar de tender la mano al PP de Feijóo.
Una combativa Montero ha recordado que vienen los últimos meses de una legislatura en la que han oído que no estaban capacitados para gobernar, “que no salían los números” y en la que, según sus palabras, “los sectores reaccionarios han tenido el objetivo de demostrar quién manda aquí”. Por ejemplo, con el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial. De ahí su “gracias” a la militancia, que ha permitido empujar para desbloquear proyectos como la Ley de Vivienda.
Por ahí había pasado antes la ministra de Agenda 2030 y secretaria general del partido, Ione Belarra, alabando el papel de dos socios minoritarios de la coalición, ERC y Bildu, que han permitido desbloquear la norma. Igual que Montero, la sucesora de Iglesias al frente de la formación dice que siguen muy vivos “pese a quien le pese” y “frente a la gente que quiere que la izquierda vuelva a estar en la esquinita del tablero”, adornando al Partido Socialista.

“Venimos de lejos pero tened muy claro que nos temen por todo lo que podemos conseguir en el futuro”, ha manifestado, entrecortada entre aplausos y gritos de “sí se puede”. Belarra ha aprovechado la intervención para encumbrar a una larga lista de dirigentes autonómicos, entre los que se encontraba la particular anfitriona de la cita, Maru Díaz, encargada de abrir el acto. Sus temas han sido los que viene ensalzando Podemos esta precampaña, como la gestión de su Consejería, la contratación de los bomberos forestales los doce meses del año o los impuestos a las grandes empresas.
Especialmente aclamado ha sido “el entierro” del proyecto para la unión de las estaciones a través de Canal Roya, más de actualidad que nunca. “Iremos a votar con memoria para ver quién ha querido destrozar el Pirineo”, ha dicho Díaz.
IGLESIAS TAMBIÉN QUIERE SUMAR
Ya no es el líder del partido, pero las palabras de Pablo Iglesias siguen teniendo tirón. Antes del mitin central, ha llenado la carpa de su mesa redonda, en la que ha insistido en lograr un pacto con Sumar pese a lo que considera “desprecios y ninguneos” a Podemos. “La defensa de la unidad no siempre es fácil, cuando te insultan, cuando te menosprecian, pero al mismo tiempo hay que tener altura de miras y demostrar que caminar juntos es una posibilidad de que cambien las cosas”, ha asegurado.
Por Zaragoza también han pasado este sábado otras caras reconocibles de los morados. Es el caso de la eurodiputada Idoia Villanueva o el candidato a la Alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor. Entre los que han tomado la palabra, han destacado la diputada en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto, la candidata canaria Noemí Santana, o la balear Antonia Jover. Ambiente festivo, reivindicativo, pero sobre todo electoral, con las autonómicas y municipales a poco más de un mes y el reloj en marcha para lograr el deseado pacto con Yolanda Díaz antes de los comicios de final de año.