Apenas tres semanas después de su última visita a Aragón, Alberto Núñez Feijóo ha sido el particular cabeza de cartel del mitin central del Partido Popular en Zaragoza. Cada apoyo cuenta, y con los sondeos apuntando casi al empate entre PP y PSOE (también el CIS, del que los populares reniegan), el líder de la oposición ha pedido el voto a los “socialistas arrepentidos del sanchismo”.
Lo ha hecho, además, en la tierra de Javier Lambán, uno de los barones críticos con Pedro Sánchez y que también ha lamentado públicamente la inclusión en las listas de Bildu de hasta 44 condenados por pertenecer a ETA. Feijóo ha querido sacar punta a este asunto e incluso ha propuesto a los dirigentes críticos con Ferraz que no se presenten a las elecciones bajo las siglas del PSOE si su líder no rompe los lazos políticos y gubernamentales con la formación de izquierda abertzale.
Interpelando a Lambán, aunque sin nombrarlo, ha reconocido que en Aragón “de vez en cuando” hay quien levanta la voz contra la dirección nacional, pero critica que no sirve solo eso y por ello le ha pedido actuar en consecuencia, “Se soluciona votando distinto a lo que marcha Sánchez en el Comité Federal”, ha declarado, porque a su juicio “es una oportunidad para decirle que rompa el pacto con Bildu”. No ha sido el único dardo de Feijóo al Partido Socialista, porque Feijóo dice hacer los viajes de campaña en coche y no “en el Falcon” y también cree que el PP sí prioriza a España sobre el partido.
LA CAMPAÑA DEL AGUA
Antes de entrar en harina con los temas nacionales, el “invicto en las urnas”, como lo han presentado antes del acto, se ha referido a la sequía y a cómo el acceso de los regantes al agua será “un objetivo prioritario”. En este bloque, horas después de que Lambán acusara al PP de “tocar los tambores del trasvase”, no ha hecho menciones explícitas a ese Plan Hidrológico Nacional, sino que se ha limitado a decir que “no se riega con solo con ayudas” a corto plazo.
Recuperando la propuesta de hace unas semanas en Huesca, Feijóo se ha comprometido a apoyar su Plan Pirineo, con 250 millones de inversión en distintos sectores, como el de la nieve, financiados de forma bilateral entre la DGA y Moncloa. Y del Alto Aragón, a Teruel, porque ha insistido en aumentar las ayudas al funcionamiento de las empresas hasta el 20%, desde el 2% actual. Se trata de una de sus “medidas fiscales específicas” para asentar población.
En clave nacional, además, no ha querido pasar por alto su propuesta de gratuidad para las escuelas infantiles, de cero a tres años. “Lo hice en Galicia”, ha enfatizado, haciendo gala de su bagaje como presidente autonómico.
HALAGOS A AZCÓN Y CHUECA
Jorge Azcón y Natalia Chueca observaban desde sus asientos cómo Feijóo ponía en valor su gestión en el consistorio, y en el caso del candidato a la Presidencia lo calificaba de “valiente” por dar el paso de la plaza del Pilar al Pignatelli. De Chueca, en la misma línea de halagos, ha destacado su “experiencia, ganas y proximidad”, “todo lo que hace falta para ser la alcaldesa de Zaragoza”.
Junto a ellos, se han dejado ver en sociedad el presidente del PP de Zaragoza y candidato a gobernar la DPZ, Ramón Celma, y miembros de la lista a las Cortes de las tres provincias, como pueden ser Gerardo Oliván y Ana Alós (Huesca) y Ana Marín (Teruel), entre otros.
