“Defenderemos en todas las instancias la política de trasvases, como el del Tajo-Segura”. Así reza el punto 21 del acuerdo que Partido Popular y Vox han suscrito en la Comunidad Valenciana para formar un gobierno de coalición, el primero a nivel autonómico entre ambas fuerzas tras el 28 de mayo. Un texto que vuelve a levantar el fantasma del trasvase del Ebro, sobre todo después de que el presidente de Vox, Santiago Abascal, incluso amenazara con expulsar del partido a quien se negara a ello.
Además, el mismo punto deja claras las intenciones de exigir un “plan nacional del agua” y un pacto que “respete el derecho a este bien esencial”. Será Vox quien coordine este tipo de políticas, ya que el pacto alcanzado incluye una consejería de Agricultura e Interior, además de una vicepresidencia de Cultura.
Una declaración de intenciones de Vox que está por ver cómo se traslada a Aragón, ya que su candidato a la Presidencia, Alejandro Nolasco, defendió tras reunirse con el popular Jorge Azcón su independencia para tomar decisiones, negando que sean un “partido centralista”. “Cada provincia tiene su propia estructura orgánica y cada uno es responsable de los actos. Yo no he tenido ninguna tutela desde Madrid a día de hoy, ninguna. Tenemos libertad absoluta para hacer lo que creamos conveniente”, añadía.
No obstante, en plena campaña electoral, Nolasco ya aseguró en una entrevista a ARAGÓN PRESS que defendían un “Plan Hidrológico Nacional” y la “conexión de cuencas” para “multiplicar por tres las cosechas”. “Los Monegros podrían ser una huerta. No estamos aprovechando en Aragón el agua que tenemos”, afirmaba.
Asimismo, Azcón condicionó los pactos con Vox a un “acuerdo programático” sobre las cuestiones “que podemos compartir” y dejando de lado otros “donde discrepamos”. Aunque ninguno de los dos quiso hacer referencia de qué asuntos no se iba a hablar, el trasvase o la violencia de género podrían ser algunos de esos asuntos delicados.