El diputado electo del PAR, Alberto Izquierdo, se mostraba este mismo martes abierto a un “sí” siempre y cuando aceptara un acuerdo programático

Tres semanas ha durado la ronda de contactos que el candidato del PP a la Presidencia de Aragón, Jorge Azcón, inició para conocer la predisposición del resto de formaciones a apoyar su investidura. Unas conversaciones que no han servido para cerrar el acuerdo, pero sí para dejar abiertas dos posibles vías con las que optar para una investidura: una mayoría absoluta con Vox, que dejó claro que quiere entrar en el Pignatelli; o una simple (más síes que noes) que pasaría por una abstención de Vox y Teruel Existe y el “sí” del PAR.

La posibilidad que más apoyos recibiría en las Cortes, pero posiblemente no entre la ciudadanía, es el acuerdo entre PP y Vox, que le permitiría alcanzar los 35 diputados para tener garantizada la mayoría durante toda la legislatura. Pero ello obligaría a Azcón a renunciar a su objetivo de gobernar en solitario, ya que el líder de Vox, Alejandro Nolasco, avisó de que no iba a regalar la investidura y que quiere un ejecutivo de coalición en el que pueda controlar las políticas que se aplican.

En su primer encuentro oficial, Nolasco le trasladó un documento con las medidas que reivindica su formación, que Azcón prometió estudiar para buscar el entendimiento y lograr un acuerdo programático. Además, el popular le ofreció una Secretaría en las Cortes que a Vox le pareció “insuficiente”, pidiendo la Presidencia o Vicepresidencia. Ambos tienen algo más de 48 horas para cerrar un acuerdo y evitar que acabe en manos ajenas, como en Extremadura. “Queremos ser útiles y eficaces y para eso hace falta entrar en el Gobierno. No es un intercambio de cromos, sino entrar para cambiar las cosas”, afirmaba.

Así, Azcón reconocía que pueden compartir algunos aspectos de su programa, como la fiscalidad, bajadas de impuestos, la gestión de la sanidad, mejorar las carreteras, las políticas de natalidad, una ordenación de las renovables o la calidad educativa, aunque tampoco quiso detallar en qué cuestiones no será posible el entendimiento. “Hablaremos de aquellas cuestiones donde tengamos acuerdos, y no avanzaremos en otras donde hay discrepancias y se vayan a mantener en el futuro. El acuerdo es equilibrado. Queremos buscar un acuerdo programático que sea equilibrado para los aragoneses”, ha destacado.

LA OPCIÓN CON TERUEL EXISTE Y PAR, TAMBIÉN EN MANOS DE VOX

La segunda opción que se le abre a Azcón posiblemente no sea de menor dificultad negociadora, pero puede tener más aceptación social en los próximos cuatro años. Esta pasaría por recibir el “sí” del único diputado del PAR y la abstención de Teruel Existe y Vox, con lo que sería investido por mayoría simple gracias a 29 síes, 10 en blanco y 28 noes, aunque le obligaría a gobernar en minoría durante toda la legislatura y a recurrir a pactos constantes en el Parlamento para aprobar cualquier norma.

El diputado electo del PAR, Alberto Izquierdo, se mostraba este mismo martes abierto a un “sí” siempre y cuando aceptara un acuerdo programático, incluso independientemente de los otros pactos que atraiga Azcón. Entre las prioridades estarían el rechazo contundente al trasvase del Ebro (que ya ha aceptado), cambios en el servicio del transporte sanitario urgente, ayudas directas al sector primario y una defensa férrea del modelo territorial de la Comunidad. “Si el PP cumple, será “sí”. No me importa quién será consejero, sino qué van a hacer, si van a cambiar el modelo del transporte sanitario. El PAR exige un acuerdo programático y que se cumpla”, aseveraba Izquierdo.

La segunda pata de la mesa es Teruel Existe que, con tres diputados, se mostró dispuesta a abstenerse para evitar que Vox entrara en el Pignatelli. Como el PAR, la formación de Tomás Guitarte lo condiciona a la asunción por escrito de sus principios programáticos, como una moratoria en la instalación de renovables o la mejora del transporte sanitario urgente. “Si con nuestra abstención podemos lograr una investidura que no tenga en cuenta a Vox, lo tendremos en cuenta”, decía el portavoz de Teruel Existe.

Pero Vox tiene la última palabra. Si se cierra en banda a un gobierno en solitario del PP y votara en contra a cualquier cosa que no sea entrar en el Pignatelli, la Comunidad estaría abocada a una repetición de elecciones que nadie desea. Para ello, Azcón dispone de plazo para lograr la investidura hasta el 23 de agosto, fecha en la que, si no hay un nuevo ejecutivo, se disolverían las Cortes y se reiniciaría la maquinaria electoral.

LA MESA DE LAS CORTES Y LA DIPUTACIÓN DE TERUEL, PRIMERAS PIEDRAS DE TOQUE

Antes de la investidura, Azcón debe comenzar a cerrar la constitución de la Mesa de las Cortes. El viernes, a las 11.00 horas, dará comienzo el primer pleno de la XI legislatura y se elegirá al presidente del Parlamento, en un acuerdo que suele dejar entrever por dónde pasarán los acuerdos durante la legislatura. Preguntado por los medios, el candidato popular se limitaba este martes a dejar correr el tiempo para acabar su ronda de contactos para iniciar “otro tipo de conversaciones”.

Igualmente, la Diputación de Teruel sigue en el aire sin un acuerdo cerrado. En esta institución hay tres posibles vías: PP-Teruel Existe, PP-PAR o un tripartito PSOE-PAR-Teruel Existe, en el que incluso el secretario general socialista, Javier Lambán, ofreció a Guitarte la Presidencia. Por el momento, todos los implicados apelan a la cautela y a dejar todo en manos de los negociadores para alcanzar el mejor pacto.

LA IZQUIERDA ACEPTA LA OPOSICIÓN

Por otro lado, Azcón también ha recibido a las cuatro formaciones de izquierda que lograron mantenerse en el Parlamento: PSOE, CHA, Podemos e IU. Todos ellos trasladaron su “no” a una investidura del PP, y han anunciado una “oposición responsable”, en la que priorizarán, entre otras cuestiones, los derechos alcanzados en los últimos ocho años y la defensa del territorio, con mención expresa a la unión de estaciones por Canal Roya.

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