Hasta tres veces ha recordado este miércoles el portavoz de Vox, Alejandro Nolasco, que la suma de sus diputados y los del Partido Popular supera con un parlamentario de margen la mayoría absoluta para conformar un Gobierno en Aragón. Ese “28 más siete son 35” ha resonado en las Cortes como su principal argumento para repetir que quieren entrar en el Ejecutivo de Jorge Azcón y hacer valer sus votos. La otra consigna ha sido que no darán su abstención “a cambio de nada”, e incluso, en alusión a una supuesta repetición electoral, que “se contemplan todos los escenarios”, si bien ha matizado que ese 23 de agosto, fecha límite, queda lejos todavía.
Nolasco, acompañado de Santiago Morón, ha trasladado a la presidenta de su mismo partido, Marta Fernández, que “lo lógico” es llegar a un acuerdo con el PP, con quienes no han mantenido diálogos para la investidura desde que finalizaran las conversaciones para determinar la Mesa de las Cortes, el pasado 23 de junio, y que por eso mismo no propondrán un candidato, como estaba previsto. Además de formar parte de un Gobierno, el que fuera candidato a la Presidencia ha precisado que será necesario también un acuerdo programático “grande”.
En cualquier caso, y aquí aparecen los recelos de Vox, esos encuentros no se han producido al tiempo que los populares sí se han reunido con Teruel Existe y el PAR para conformar la Diputación de Teruel y las comarcas. Esos partidos, ha asegurado Nolasco, les “demonizan”, e incluso ha tildado a Tomás Guitarte de “socio de Sánchez y de Bildu”. “Si esperan que nos abstengamos o votemos a favor de un Gobierno donde no estemos nosotros, por ahí no vamos a pasar”, ha insistido.
LOS ACUERDOS PP-VOX “HAN SIDO DISTINTOS EN CADA SITIO”
Por ello, en palabras del diputado, no se han “aproximado” al escenario donde Azcón pueda mandar en solitario gracias al respaldo de los turolenses y los de Alberto Izquierdo, pues a su juicio “el cambio real” prometido en la campaña solo llegará con ellos. Eso sí, al tiempo que reclaman su entrada en la DGA, rehúyen hablar de Consejerías o Direcciones Generales sin pactar medidas concretas, pero tampoco niegan que lo verían con buenos ojos.
“Primero, acuerdos, y después ver si podemos desempeñar tareas”, ha repetido con insistencia Nolasco, que, citando a su secretario general, Ignacio Garriga, dice no entender las demoras para sentarse a negociar tras el 28M. Y es que, en clave nacional, Aragón podría ser, si Murcia no lo impide, la última Comunidad en tener presidente y en ambos casos los actores de la gobernabilidad son los mismos, a imagen también de Valencia y Extremadura, donde terminaron por entenderse incluso después de que María Guardiola les cerrase la puerta del parlamento extremeño y el acuerdo para la Mesa saltase por los aires.
Que haya más gobiernos en liza con ellos como implicados, de acuerdo al diputado de Vox en las Cortes, “no tiene influencia” en el caso aragonés. “El acuerdo ha sido distinto en cada sitio, no hay una homogeneidad”, ha señalado. Porque si algo caracteriza en estos momentos a la aritmética parlamentaria de la Aljafería es la suma a la que se agarran como un clavo ardiendo. 28 y siete suman 35. Hoy, y después de las generales.