Igualmente, han criticado la "constante amenaza" por la instalación de grandes autopistas eléctricas en Aragón.

El candidato número uno al Congreso por Zaragoza, Jorge Pueyo, y su homólogo por Huesca, Vicente Guerrero, han realizado un paseo ciudadano por Monzón para explicar el programa de transición energética y descarbonización de Sumar. Tal y como ha indicado Pueyo, «estamos muy rezagados en fiscalidad verde y es necesaria una mayor planificación ante el desarrollo de las energías renovables». Allí ha criticado, además, la «constante amenaza» por la instalación de grandes autopistas eléctricas en Aragón.

“Aragón ha sido objeto de expolio energético en numerosas ocasiones: nos llenaron de pantanos de los que no hemos obtenido planes de restitución, ahora de placas solares, hasta sobre el agua, y molinos de viento en zonas de alto valor paisajístico”, ha criticado. “Desde Sumar exigimos una transición energética que sea justa y sostenible, que la energía que se produce se pueda utilizar de cercanía y a un precio justo y evitar, en zonas como esta, que nos atraviese una autopistas eléctricas que solo sirven para abastecer el consumo incontrolado y creciente de algunas ciudades” ha concluido Pueyo.

Por su parte, el candidato Vicente Guerrero ha explicado que en su formación apoyan las movilizaciones ciudadanas contra las autopistas eléctricas y los megaproyectos de energías renovables. «Compartimos sus reivindicaciones y sus preocupaciones y queremos desplegar una serie de medidas que fomenten el autoconsumo energético, y levanten de una vez por todas la alfombra roja que se le ha puesto a la especulación destructora del paisaje, de la salud de la gente y de la fauna”, ha señalado.

Una energía que se produzca y consuma en proximidad. Por esta razón, desde Sumar apuestan por las cooperativas de energía y la lucha contra la pobreza energética en todas sus dimensiones. Para ello, proponen establecer mecanismos necesarios para que todas las personas puedan beneficiarse del acceso a una energía limpia y barata, asegurando un suministro básico energético, así como facilitando las inversiones necesarias a los grupos sociales que más lo necesiten.

Respecto al coste de la energía, apuestan por una tarifa social que permita garantizar el suministro básico a todos los hogares, cuya tramitación no dependa de los operadores de la red. Además de la automatización del bono social y el bono térmico, reduciendo significativamente los errores de inclusión y exclusión del sistema actual, en línea con un nuevo sistema tarifario para el consumidor doméstico desarrollado en la sección.

«Se apuesta por mecanismos específicos de financiación para la instalación de autoconsumos colectivos destinados a los hogares de rentas bajas, así como el impulso a las comunidades energéticas con participación pública y de hogares en situación de pobreza energética», expresan. Así, desde la formación proponen para financiar la inversión de una transición ecológica socialmente justa: un gravamen a los beneficios extraordinarios de la industria fósil -responsable directa del cambio climático-, a los bienes y servicios de lujo que generan un gran volumen de emisiones y nulo rendimiento social -como vehículos de lujo, aviones privados, grandes yates y vuelos frecuentes peninsulares o en clase business-, exenciones y penalizaciones fiscales con criterios de progresividad que sirvan para consolidar los sectores motores de la transición ecológica justa.

Igualmente, una tasa al plástico; «la reducción del uso de los plásticos es una tarea colectiva, pero que implica en primera instancia a las empresas productoras», explican, y un impuesto general a las grandes empresas contaminantes, basado en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y azufre (SOx) y que será cedido a las comunidades autónomas. «El impuesto se diseñará para incentivar a las empresas más grandes y contaminantes a realizar las inversiones necesarias para reducir las emisiones de estos compuestos altamente contaminantes y dañinos para la salud», concluyen.

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