El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha trasladado este miércoles al Rey Felipe VI la “necesidad” de que el Gobierno de España siga involucrándose con las obras e infraestructuras pendientes en la Comunidad. El líder del Ejecutivo autonómico ha incidido tanto en aquellas carreteras que “se retrasan año tras año” como en las actuaciones del Pacto del Agua, así como en aquellas inversiones que permitan “mirar al futuro”.
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Así se lo ha expuesto en la reunión que ambos han mantenido en el Palacio de la Zarzuela, dentro de la ronda de contactos que el Rey Felipe VI está teniendo con los presidentes autonómicos que salieron de las urnas el pasado 28 de mayo. Un encuentro en el que Azcón ha lamentado que esas grandes inversiones “no están teniendo el respaldo que necesitamos”, especialmente en las actuaciones hidráulicas y de comunicaciones.
Del mismo modo, Azcón ha valorado el interés que el monarca ha mostrado acerca de los proyectos económicos y empresariales que puedan generar riqueza y empleo en la Comunidad. Preguntado por los medios por la gigafactoría de Stellantis en Figueruelas, el presidente aragonés se ha limitado a contestar que hay “muchos proyectos que pueden acabar viniendo y fructificando”, por los que “vamos a trabajar en próximos meses para que sea así”. Además, le ha invitado a que vuelva a acercarse a esquiar al Pirineo con el objetivo de promocionar las estaciones de esquí.
Pero no solamente han conversado acerca de asuntos económicos y empresariales, ya que Azcón le ha contado al Rey los detalles de su proyecto “Aragón, reino de luz”, con el que “queremos que nuestro patrimonio se ponga en valor internacionalmente”. “Le parece una magnifica idea que la historia de nuestra Comunidad se siga contando de verdad con transparencia”, ha expresado el presidente aragonés a la salida del encuentro.
Una reunión que se ha producido cinco semanas después de su investidura y toma de posesión como nuevo presidente autonómico, tiempo en el que, ha asegurado, ha configurado un Gobierno “que va a mirar hacia adelante” y “sin prejuicios”, con el objetivo de “resolver los problemas de los aragoneses, y no creárselos”.