No quedan días de verano, ni de las dos campañas electorales en tres meses y sus negociaciones posteriores, pero las espadas siguen en alto en Aragón en lo que respecta al debate político nacional. La manifestación contra la amnistía en Madrid, a la que asiste el presidente Jorge Azcón, y la investidura, a priori fallida, de Alberto Núñez Feijóo, servirán de prolegómeno para el primer Pleno ordinario de la legislatura en las Cortes, en el que correrán ríos de tinta sobre la situación fuera de los muros de la Aljafería. Quizás, por cómo ha quedado formulado el orden del día, con mayor repercusión que los puntos relativos a la propia Comunidad.
Puede decirse que la sesión plenaria del 8 de septiembre, con la designación como senadores autonómicos de Javier Lambán y Eloy Suárez, fue una prueba. La cordialidad que reinó entonces en el hemiciclo se ha ido agrietando con el paso de las comparecencias y las reuniones parlamentarias. En especial, las Juntas de Portavoces, donde las decisiones de PP, Vox y PAR no han contentado al PSOE, principal partido de la oposición y el que hasta ahora se ha mostrado más beligerante con Mayte Pérez a la cabeza.
Porque Jorge Azcón comparecerá en el Pleno, sí, pero no a petición de los socialistas para ofrecer explicaciones a cerca de los directores generales de Vox acusados de hacer apología del franquismo como ellos pretendían. Lo hará para posicionarse sobre posible la amnistía de los condenados por el Procés y recabar el sentir del parlamento antes de viajar a la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado en medio de las Fiestas del Pilar, el 9, 10 y 11 de octubre, convocada por los populares en la cámara, para tratar este mismo tema.
LA AMNISTÍA Y LOS DIRECTORES GENERALES
No solo eso, ya que hay otro hueco reservado para una Proposición No de Ley que tiene como objetivo “rechazar cualquier tipo de amnistía”. Mucho se ha hablado de esta cuestión, aunque no tanto como se hubiera podido, ya que las ministras Pilar Alegría e Ione Belarra no se mojaron en Zaragoza, ni tampoco Joan Subirats. Con el traje ministerial y el protocolo medido al milímetro, no era el lugar.
De los directores también se debatirá, aunque con sendas preguntas del PSOE al consejero de Agricultura, Ángel Samper, y al vicepresidente Alejandro Nolasco, que podrían tener lugar al mediodía del viernes. Como también las relativas al trasvase del Ebro, de los socialistas a Vox, o sobre las supuestas incompatibilidades de la directora General de Vivienda, por lo que pedirán explicaciones al titular de Fomento, Octavio López.

En un formato no tan reducido, CHA y el PSOE han logrado introducir cuatro PNL que interpelan directamente al nuevo Gobierno de coalición y también a las medidas en otros territorios de los partidos que lo componen. Son las de “defensa de la libertad de expresión y rechazo de la censura”, por la cancelación de obras de teatro o películas “relacionadas con el colectivo LGTB, el feminismo o la Memoria Democrática”, la que “condena” la dictadura franquista, el cese de los mencionados directores generales por la apología del franquismo y otra para ensalzar “los valores democráticos”, después de no ser cesados, según recoge el texto de la misma.
La situación del pliego de ambulancias, la implantación de macroparques de renovables, los efectos en el ganado de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica o el estreno de los nuevos consejeros darán todavía más profundidad a un Pleno que viene cargado.

LOS 4 VOTOS DE FEIJÓO, LA “LEALTAD” DE LAMBÁN Y LOS SOCIALISTAS ARREPENTIDOS DE AZCÓN
De vuelta a Madrid, y pese al mes de plazo que le otorgó la presidenta del Congreso, a Alberto Núñez Feijóo le siguen faltando cuatro votos para ser investido presidente. Las matemáticas no salen y algunos cargos populares no han dudado en apelar a que los diputados socialistas descontentos cambien su sentido de voto. Azcón ha sido más prudente, ya que no cree que eso ocurra, aunque sí declaró este viernes que seguramente existan votantes “arrepentidos”.
Feijóo no llamó por teléfono a Lambán pero sí al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, para buscar las cosquillas a los críticos con Pedro Sánchez y arañar esos últimos apoyos. El secretario general del PSOE Aragón, en contra de la amnistía, entiende que es el momento de mostrar “lealtad” pero sin dejar de discrepar. Eso sí, augura una legislatura complicada por la aritmética parlamentaria del Congreso. Aunque eso, será en otro episodio.