Pedro Sánchez y las nuevas ministras del Gobierno han prometido sus cargos, en lugar de jurarlos. Escoger una u otra palabra tiene las mismas consecuencias a nivel práctico, pues en ambos casos asumen la responsabilidad y se comprometen fielmente con las obligaciones que supone el cargo.
Sin embargo, aunque sean palabras con significados muy similares existe una diferencia semántica. Según la RAE, jurar implica afirmar o negar, poniendo por testigo a algo para asegurar el cumplimiento de un compromiso, puede ser Dios, la Biblia o la Constitución. En cambio, prometer implica la adopción de un compromiso personal sin poner a nadie más que a sí mismo por testigo.
Por lo tanto, aunque Sánchez haya escogido la fórmula de prometer, en realidad implica las mismas responsabilidades que jurar. “Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno con lealtad al Rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y Ministras”, ha pronunciado Sánchez.