Fuentes en el campo
Fuentes volvía a ocupar el lateral zurdo del equipo. Foto: Real Zaragoza

Derrota y pésima imagen del Real Zaragoza en Anduva, donde caía por 2-0 frente a un Mirandés que fue superior a lo largo y ancho del encuentro. Los de Carcedo perdían el camino, la solidez encontrada en jornadas previas y sucumbían ante un rival al que incluso se le quedó corto el marcador por los méritos acumulados durante el choque.

Juan Carlos Carcedo repetía equipo y planteamiento por tercera jornada consecutiva, posiblemente pensando que las dos últimas buenas actuaciones podrían repetirse en Anduva. Eso sí, en la primera parte apenas hubo ningún atisbo, ningún destello de lo mucho que había gustado el Real Zaragoza en Ponferrada y ante el Sporting. Enfrente un Mirandés más intenso, más decidido y, en definitiva, mejor.

Las ocasiones se sucedieron llegando siempre con la firma del bando local. El primero en intentarlo sería Roberto López en el 3 con un lanzamiento de falta directa que repelía con solvencia Cristian. Si hubo un protagonista en el cuadro burgalés era el aragonés Parra, lateral derecho, amargando una y otra vez al binomio formado por Mollejo y Fuentes. De sus botas nacían las mejores ocasiones, como un disparo en el 15 que obligaba de nuevo a Cristian a salir en la foto.

La esperanza del Real Zaragoza, demasiado separado en sus líneas, desaparecido en su sala de máquinas, era lo que pudiera generar Simeone en balones aislados. En dos ocasiones ganaría la partida a Raúl Navas, ganándose su amonestación, pero sin lograr conectar portería. Y el disgusto, totalmente merecido, llegaría en el 29. Centro desde banda derecha de Parra, fallo en el despeje de Lluís y Pinchi, con la tripa, batía a Cristian en una jugada estrambótica, digna de la desdibujada primera parte maña.

Trató de buscar algo más el conjunto de Carcedo, aunque carente de mente fría e intensidad como para descuadrar al Mirandés, mejor colocado. De hecho, tuvo que emerger el santo, Cristian Álvarez, para desbaratar ante Pinchi y Roberto López un 2-0 que ya se cantaba en la grada de Anduva. Llegaba así el choque al ecuador, con ventaja mínima en el luminoso y la sensación de que esa, precisamente, era la mejor noticia para el Real Zaragoza.

SEGUNDA PARTE

Sin cambios, en todos los sentidos, arrancaría la segunda mitad. Sí que amenazó el cuadro blanquillo con una buena combinación entre Bermejo y Simeone, sin encontrar puerta y en posición de fuera de juego. Pero el mazazo tardaría poco en llegar. Con el equipo dejando espacios y una pérdida de Manu Molina, Raúl encontraba a Pinchi para que batiera a Cristian y sellar así su doblete.

Era el 2-0 y la dificultad de remontar máxima. Pudo recortar distancias por medio de Simeone pero tras anotar en centro de Bermejo el linier señalaba fuera de juego. Era claro. Carcedo movía el banquillo con triple cambio, dando entrada a Francho, Larra y Azón por Grau, Gámez y Mollejo. Aunque las dos más claras las tendría el Mirandés para hacer el tercero.

Primero Marcos Paulo en un lanzamiento de falta directa que se estrellaría contra el larguero de Cristian. Y, después, un jugadón individual de Santos que, tras regatear a Fuentes y Eugeni, se topaba contra el poste derecho del argentino. Se salvaba el Real Zaragoza y emergería la que era, quizás, la única nota positiva del choque: la entrada de Gueye.

Con el equipo volcado, el senegalés fue capaz de generar varias ocasiones de peligro, obligando a estirarse en una a Herrero y no conectando con la máxima precisión un centro de Eugeni. Pero, al menos, amenazó. Al final, un 2-0 que se queda corto viendo los méritos del Mirandés, que mereció golear al Real Zaragoza, mucho más cercano a la debacle vivida contra el Lugo que al resto de jornadas previas.

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