Baño de zaragocismo en La Romareda con 3.000 aficionados en el entrenamiento

Simeone se dirige hacia la afición al concluir el entrenamiento con la grada llena
photo_camera Simeone ha sido de los más aclamados por la afición

Abrir las puertas de La Romareda a la afición es sinónimo siempre de éxito. Una realidad que se ha constatado este mismo miércoles, día en el que el Real Zaragoza ha decidido llevar a cabo un entrenamiento con libertad de entrada para seguidores y medios de comunicación. De hecho, 3.000 personas se han dado cita en esta soleada mañana que ha supuesto un auténtico baño de zaragocismo para la primera plantilla.

Pero también, especialmente, para los más pequeños de la casa. Desde pasadas las 9.30 de la mañana ya se palpaba el ambiente festivo en transportes como el tranvía, lleno de familias con niños ataviados con bufandas del Real Zaragoza. Los hay incluso que han preparado carteles para la ocasión, adelantando los Reyes Magos en sus peticiones de botas, camisetas o sudaderas a los jugadores, que han accedido con total amabilidad.

Cualquier motivo era bueno para brindar un aplauso a los futbolistas dirigidos por Fran Escribá. Un gol, un buen centro, una buena jugada en el partidillo de entrenamiento. El revuelo se levantaba con facilidad en una afición ávida de esperanza, alegría e ilusiones. Hoy, aunque de un entrenamiento se tratara, han podido reengancharse y acercarse a su equipo.

Dentro del ánimo general, tres han sido los futbolistas más codiciados para los cazadores de autógrafos y selfies. Uno de ellos Valentín Vada, quien no ha estado con el grupo en la sesión pero sí ha aprovechado los primeros minutos y la recta final del entrenamiento para estampar su firma en cientos de papeles y camisetas o fotografiarse con todos los que así lo deseaban. Simeone, otro de los aclamados con cántico incluido. O Iván Azón, a quien no le han faltado ánimos para reaparecer este domingo en el Estadio Municipal de La Romareda.

Como anécdota, dentro de los ejercicios planteados por Escribá, el más acertado ha sido Miguel Puche con cuatro dianas, seguido muy de cerca por Lluís López con tres. También Cristian, Rebollo y Ratón han tenido sus aplausos de admiración con sus intervenciones.

Y al final, como colofón de fiestas, regalos repartidos al azar a la grada con balones para que los niños aprovechen los últimos días de vacaciones escolares para hacer lo que más les gusta. Hacía falta este acercamiento con la gente y, por supuesto, la gente ha respondido con creces. Incluso posteriormente en la tienda oficial del club, con largas filas que llegaban a la calle.