Cordero y Sanllehí en La Romareda
El director general del Real Zaragoza ve al equipo reforzado tras el mercado. Foto: Laura Trives

Que el Real Zaragoza ha hecho “bastantes cosas” mal es evidente, como bien reconoció su director general en rueda de prensa. Para contar con más de diez millones de presupuesto, ocupando la séptima posición del ranking de Segunda División, y tener 16 equipos por encima, se han tenido que hacer cosas mal. Y para tener como futbolista mejor pagado a Pape Gueye. Ahora bien, esa autocrítica puede ser el primer paso para corregir y sacar la cabeza de la zona de máximo peligro.

Eso que se ha hecho mal hasta ahora se evidencia en una plantilla demasiado limitada para la capacidad que tenía el equipo. Que se lo digan a Martín González, que dejó al Real Zaragoza a siete minutos del ascenso con un grupo de jugadores confeccionado en dos semanas. O a Lalo Arantegui, capaz de componer dos plantillas que ocuparon el tercer puesto de la tabla con todas las limitaciones salariales sufridas. Incluso al Torrecilla del primer año, que junto a JIM fue capaz de colocar a los maños décimos teniendo presupuesto de descenso.

“Creo que nadie puede discrepar: no estamos donde queríamos estar. ¿Qué se ha hecho mal? Seguramente bastantes cosas. Otras se han hecho bien y otras no han salido bien cuando se han hecho bien”, declaró el director general del Real Zaragoza. El conocimiento de los fallos cometidos es el primer paso para llegar a revertirlos, y a eso se dedica Fran Escribá. Eso sí, en defensa del proyecto también ha habido “limitaciones” y, por otra parte, “es muy difícil señalar un hecho en concreto sobre otro”.

UN COMIENZO DIFICULTOSO

La gestión del Real Zaragoza es complicada y lo está sufriendo de primera mano Sanllehí. Él fue quien alistó a Carcedo como opción para dirigir al equipo dando puerta a JIM y fue un error. “Apostamos por un proyecto a principio de temporada que no funcionó. Hicimos un cambio de entrenador y dirección deportiva para intentar provocar esa reacción y creemos que estamos en una posición más fuerte ahora”, analizó el director general. Es cierto, porque con Escribá se ve otro equipo. Ahí se ha acertado y se logró corregir el error a tiempo.

Con la ventana que se ha cerrado, Sanllehí considera que se ha subido “un peldaño” en competitividad, equilibrio y soluciones al equipo. Él ve “ilusión y una convicción por parte del cuerpo técnico”, y eso le lleva a creer que el equipo mejorará con el paso de las jornadas. “Por esfuerzo, ilusión y ganas de hacer las cosas bien no quedará, y todas las decisiones se han tomado con la mejor de las intenciones”, remarcaba el dirigente del Real Zaragoza.

Errores cometeremos todos y no seré yo quien se esconda de los míos. Pero tenemos la mejor de las intenciones y la máxima ilusión”, sentenció Sanllehí sobre la tesitura del Real Zaragoza. Una vez detectados y se espera que corregidos, los blanquillos afrontan un choque trascendental ante el Andorra. Hay que sacar la cabeza de la zona baja, porque jugar con nervios es muy duro en la capital aragonesa y porque no puede permitirse acercarse más al abismo.

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