Este lunes el Real Zaragoza no puede ser un equipo aspirina. No puede dar vida a un Málaga desahuciado que se engancharía a la permanencia si venciese al cuadro de Fran Escribá. Y por consiguiente, estos se verían únicamente a cuatro puntos del descenso y con un duro camino por delante. Ganando, el descenso quedaría a siete, lo que daría cierta tranquilidad antes de comenzar una ruta de partidos frente a equipos de la parte alta. Los de La Rosaleda no ganan desde hace dos meses y no se puede ejercer de equipo “aspirina”.
El Real Zaragoza llega a tierras andaluzas tras sufrir un serio correctivo por parte del Alavés por 1-4. Dos lecturas pueden hacerse en función del estado anímico de cada cual. Por una parte, el cuadro blanquillo no fue peor en la mayor parte de las zonas del campo ante un candidato al ascenso directo que resolvió en las áreas. Por otra, un Alavés a medio gas endosó cuatro goles a los maños sin despeinarse. En cualquier caso, hay que resarcirse porque el resultado que reflejó el marcador es doloroso.
Y para hacerlo, debe quitarse esa losa que le persigue de equipo “aspirina”, capaz de dar vida a los más graves enfermos del panorama futbolístico. Ciertamente, el Málaga llega en las peores condiciones posibles al partido: sin ganar en 2023 y con una afición enfrentada a sus jugadores. El cuadro maño debe aprovecharse de ello, anotar pronto un gol y dejar encarrilado un partido que debe sacar adelante. Solo así podrá acercarse a algo parecido a la tranquilidad.
De no hacerlo surgirían los problemas porque, además de acercarse peligrosamente al descenso, daría vida a un Málaga que casi había perdido la esperanza. Además, apenas dos puestos separarían al Real Zaragoza de los puestos de descenso, cuestión peligrosa teniendo en cuenta que toca jugar contra los de arriba. Queda claro, en cualquier caso, que afrontan su primer duelo trascendente y debe terminar con tres puntos más en el casillero.
CAMBIOS PARA LA VICTORIA
El míster, Fran Escribá, anunció que meditaba cambios para lograr tres puntos más en La Rosaleda ante el Málaga. De hecho, dejó abierta la puerta de la titularidad para Pau Sans, que ha cautivado en este tiempo al cuerpo técnico. Además, tras encajar cuatro goles en el último duelo, no descarta movimiento en la zona de atrás. Habrá que ver si finalmente hay movimientos y, lo más importante, si sirven para hacerse con un botín de tres puntos.
