Después de dos auténticos varapalos, el Real Zaragoza vuelve a La Romareda donde tiene que llevarse la victoria de cualquier modo. No importa si lo hace jugando bien, regular o mal; tiene que hacerlo y punto. El Burgos visita la capital aragonesa todavía soñando con un puesto de playoff y no lo pondrá fácil. Tampoco será sencillo ese ambiente enrarecido tras dos meses y medio sin ganar en casa. Eso no exime de obligación alguna.
El último triunfo en La Romareda, el 10 de diciembre de 2022 ante el Huesca, fue precisamente el más brillante de toda la temporada en el Real Zaragoza. Frente a los altoaragoneses, los maños se permitieron gustarse y golear a los de Cuco Ziganda, que fueron vapuleados por 3-0. Francho, Simeone y Vada, este último de penalti, hicieron disfrutar a una afición que no se esperaba encadenar dos meses y medio sin ver ganar a los suyos.
Desde entonces se han disputado tres duelos, con dos empates y una derrota como resultado en el Real Zaragoza. Las tablas fueron firmadas ante rivales directos como son el Mirandés y la Ponferradina y la goleada recibida contra el Alavés cerró el círculo. Ahora bien, que tomen nota del Málaga, que logró levantar un partido trascendental en la pelea por la permanencia sin haber ganado en todo 2023.
Con apenas cuatro puntos sumados en los últimos 15 y dando gracias porque dos de ellos llegaron en el minuto 93, el Real Zaragoza entra en la urgencia. Hay que ganar de cualquier forma a un Burgos que llega sin presión, en su particular e inesperada batalla por los puestos de playoff. Ahí tiene que hincar el diente un cuadro blanquillo que aspira a no meterse en más problemas de aquí a la jornada 42.