La primera y la última disputa del Huesca – Real Zaragoza está en el banquillo. Cuco Ziganda y Fran Escribá se enfrentan con su particular ojo clínico desde la banda con un único objetivo: llevarse los tres puntos. El mérito del oscense en casa es impresionante, y desde hace casi medio año que no conoce la derrota. Enfrente, un Escribá que quiere ser el verdugo de los altoaragoneses y encadenar su cuarto partido consecutivo sin perder.
Ziganda dirige por primera temporada a la Sociedad Deportiva Huesca y, en vista de las armas con las que cuenta, está realizando un gran trabajo. Como entrenador, sus mejores temporadas estuvieron en Primera División. Primero fue con Osasuna en la 2006/07, al frente del que estuvo dos temporadas y media, las dos primeras logrando importantes resultados. De ahí al Xerez y después al filial del Bilbao Athletic, donde logró el ascenso al fútbol profesional. Su gran labor le abrió la puerta del primer equipo vasco en 2017.
Tras esa campaña terminó su labor y probó suerte en el Real Oviedo. Tras dos temporadas y media con nota tirando a positiva, el míster recaló en la Sociedad Deportiva Huesca. Con él al frente, los altoaragoneses se encuentran novenos, en zona tranquila, con la promoción y el descenso muy lejos. La solvencia defensiva de sus equipos y la capacidad de lectura de los encuentros hacen de Ziganda un gran entrenador para Segunda División.
ESCRIBÁ QUIERE ENCARRILAR LA PERMANENCIA
Enfrente, el banquillo del Real Zaragoza está ocupado por Fran Escribá. Le avala ese ascenso de categoría que logró con el Elche al comienzo de su trayectoria, en la temporada 2012/13. Con él al frente, el equipo logró dos permanencias holgadas. Peor le salieron las cosas en Getafe y algo mejor en Villarreal, al menos en su primer año. En el segundo apenas siete partidos y el Celta fue su nueva casa. Ahí logró la permanencia durante el tramo final de temporada, pero en la siguiente, tras dos partidos de doce vencidos, fue cesado.
Tras dos medias temporadas en el Elche, donde fue cesado de su cargo, se aventuró a liderar el Real Zaragoza. Sus números no son para echar cohetes, pero en su defensa hay que decir que la plantilla da para la permanencia y poco más. Su balance es de cinco triunfos en 17 partidos. Su relación íntima con los jugadores, la paciencia y la capacidad de transmitir sus ideas sobre el césped han llevado al míster a pasar gran parte de su carrera en Primera.
EL PARTIDO EN EL ALCORAZ
Con 56 y 57 años de edad, Ziganda y Escribá están muy pendientes el uno y el otro. La pizarra en ambos casos será imprescindible, pero ambos han dado pocas pistas de lo que planean. El oscense ha mencionado más el componente sentimental del duelo, mientras que el zaragocista sí ha hablado de no defender muy atrás. En cualquier caso, este quiere salir con la misma actitud de siempre.
Ambos entrenadores se someten a examen. Quien se lleve los tres puntos habrá confirmado de manera casi matemática la permanencia en Segunda División un año más. Otra cuestión es que, quien gane, se pondrá por delante del rival. En cualquier caso, la primera cuestión es la importante, porque hay que evitar a toda costa que aparezcan los miedos y la cercanía con la zona baja.
