El Real Zaragoza va viendo la luz dentro del túnel de bajas en que se había metido. Este jueves, a dos días del partido frente al Albacete en La Romareda, Iván Azón y Jaume Grau han vuelto a entrenar con el grupo. En principio, el delantero tendrá que esperar una semana más antes de poder contar con minutos, mientras que la duda se encuentra sobre el centrocampista. Aun así, también lo tiene difícil.
Apenas faltan dos sesiones más antes del duelo que enfrenta a maños y manchegos, pero el Real Zaragoza está pendiente de la evolución de ambos. Sería vital comenzar a recuperar efectivos en unas citas muy señaladas para dejar atada la permanencia en Segunda División. El próximo partido es vital para respirar con cierta tranquilidad, y las bajas dejan mermado el equipo de Fran Escribá.
Quienes está claro que no podrán participar son Carlos Vigaray, Marcos Luna y Víctor Mollejo. Los tres se están recuperando de lesiones largas, y los dos primeros han pasado ya por el quirófano. Eso sí, en ambos casos ha salido según lo esperado y no ha habido más complicaciones. En principio, ninguno de los tres estará a disposición del míster de aquí a final de temporada y el cuerpo técnico lo asume. También está confirmada la baja de Jairo Quinteros, ya con la Selección de Bolivia.
Los que se encuentran en duda son Bebé y Zapater, cada uno por motivos diferentes. Mientras que el cincovillés está a la espera de que levanten su sanción de un partido por una roja más que dudosa, el extremo se halla con la Selección. El Real Zaragoza está en negociaciones tanto con Apelación como con el combinad de Cabo Verde para recuperar a estos dos efectivos, aunque a día de hoy ninguno podría contar con minutos.
LA IMPORTANCIA DE GANAR
Únicamente venciendo mantendría una situación de calma el Real Zaragoza. Es momento de continuar en la senda que se abrió frente al Leganés en casa, con una goleada que aportó la serenidad necesaria a un grupo que se la jugaba. Y hay que repetir frente a un Albacete que pelea su entrada en los puestos de playoff de ascenso, motivación grande que no debe minar a un cuadro blanquillo que necesita ganar.
