Fran Escribá: de la ilusión con Azón al enfado por la oculta lesión de Vada

Valentín Vada jugó lesionado y el míster no tenía información de ello. Se trata de “un error grave que no volverá a ocurrir”
Fran Escribá, de cuclillas en la banda del Ciudad de Valencia
photo_camera Fran Escribá desconocía la lesión de Vada y no lo hubiese puesto a jugar. Foto: LaLiga

Después del punto sumado por el Real Zaragoza en el Ciudad de Valencia, algo que pocos esperaban a estas alturas del campeonato, Fran Escribá volvió a la sala de prensa. Allí hizo un análisis claro del partido, explicando su idea de juego, el motivo de sus cambios, su sabor de boca tras el punto, el regreso de Azón y cuestiones habituales. Lo que no es tan frecuente es un enfado y, en este caso, lo hubo. Resulta que Valentín Vada jugó lesionado y el míster no tenía información de ello. Se trata de “un error grave que no volverá a ocurrir”.

No le dio más importancia a una lesión que parece “una contractura en el aductor”, e igual no llega a rotura. Pero sí lo que había detrás. “Me fastidia ver que un jugador sale con una venda porque esa información no la tenía y es un error nuestro”. Ahí entró Vada, que aunque aportó mucho más al equipo que Alarcón, no lo pudo hacer al 100% por su estado físico. El míster volvió a ser claro: “Si no, evidentemente no lo saco”, afirmó en su comparecencia.

Tampoco le quiso restar importancia a la cuestión, “y es algo que molesta”, porque había “otros compañeros que deberían haber salido”. “Lo debemos ver como lo que es: un error grave. Para mí tiene muchísima importancia. Si te quedas con un menos… es un error muy grave y no va a volver a ocurrir”, aseguró en su comparecencia. Allí quedó el dardo del míster por una cuestión de vital importancia, porque el futbolista se retiró lesionado.

LA VUELTA DE AZÓN

Volviendo al tema de lesiones, esta vez con nota positiva, hay que hablar del regreso de Iván Azón. No hizo gol, pero sí pudo respirar el Real Zaragoza en ataque y dio una sensación de peligro constante. Aunque el Levante se quedó con diez, hubo algo más que el obligado ataque ante un equipo en inferioridad. Y ese algo, esa chispa arriba la logró cuando se juntaron Bebé, Simeone y Azón. Únicamente las calamitosas decisiones en los últimos metros privaron de la victoria a un cuadro blanquillo que deberá refrendarse en casa ante el Granada.

Escribá analizó bien esa virtud de Iván, y es que “hace mejores a los demás”. Su capacidad de fijar a los defensas “da mucha fuerza” y Simeone “lo puede aprovechar”. Buena descripción del delantero al que se le esperaba como agua de mayo y que ahora, si las lesiones le respetan, está llamado a ser titular con Giuliano. A ellos se encomienda un Real Zaragoza que espera a un Granada en similar tesitura y donde nuevamente cuentan con una oportunidad para encarrilar la permanencia.