Valioso empate del Real Zaragoza en su visita a Eibar, confirmando que los aragoneses se encuentran en el mejor momento de la temporada. A pesar de adelantarse y quedarse con uno más, eso sí, a los de Escribá les queda la sensación de haber perdido una opción clara de hacer la heroica con el 1-1 final.
Escribá, obviamente, apostaba por repetir equipo por tercera jornada consecutiva. Pero pronto se vio que delante había más dificultad que en jornadas anteriores. Javi Muñoz, Matheus o Sergio Álvarez se hacían pronto con el control total del juego, por lo que al Real Zaragoza le tocaba sufrir atrás y buscar balón largo constante a Simeone y Azón. Eso sí, muy bien controlados por los centrales locales.
El disparo desde lejos era la alternativa más utilizada por el cuadro local. Matheus Pereira o Rahmani eran los más incisivos. Los maños sufrían, no la olía, y jugadores como Francho, Grau o Bermejo apenas tenían incidencia en el juego. Dentro de la resistencia avispa, el más sólido era Nieto. Incluso sacando un balón con la cabeza cuando parecía que se convertía en el 1-0. Pero los maños lograban aguantar el primer acoso vasco serio del choque.
Lo cierto es que el Eibar tocaba y tocaba, daba muestras de su verticalidad sobre todo con Corpas. Y por supuesto con Matheus. Otro disparo del mediocentro desde la frontal, en el 37, obligaba a Cristian a lucirse con una gran estirada. En frontal del área, el Eibar aparecía con demasiada soltura. También por los costados, con Corpas poniendo unos bombones al área que no encontraban mordisco.
Y el Real Zaragoza demostró su lado más dulce. El de su situación. Bebé hacía lo que quería con la zaga armera en banda, soltaba un latigazo que Zidane sólo pudo despejar. Y ahí, en el barullo, Jair Amador se hacía fuerte para hacer el 0-1 en el 47. Momento en el que el choque se fue al descanso.
SEGUNDA PARTE
No cambiaría mucho el guion en la segunda parte, pero sí daba la sensación el Real Zaragoza de no querer vivir tanto en campo propio. Simeone y Bebé, aunque con disparos demasiado altos, amenazaban a Zidane con mucha mayor asiduidad que en la primera mitad. De hecho, eran los mejores minutos zaragocistas en el encuentro.
Simeone y Azón empezaban a imponerse sobre la zaga rival en balones divididos. Y eso daba oxígenos a los avispas. También Bebé, activo y completando una de sus mejores actuaciones como zaragocista. Aunque como era evidente, el Eibar volvería por oleadas. La más clara la tendría 63 Jon Bautista, dando un ejemplo de control dentro del área, pero se reponía perfecto Jair para desviar con lo justo a córner. Pero el partido volvió a cambiar.
Corría el minuto 64 cuando Vadillo cazaba a Simeone, llegando muy tarde. El colegiado le enseñaba la amarilla, pero el VAR llegó para hacer justicia. Roja directa, clarísima, con el delantero retorciéndose en el suelo. Azón mordía apretando a Zidane, a punto de encontrar el segundo tras el rechace. Y Simeone también desaprovechaba un tres para dos con Bermejo entrando muy solo. Todo en el minuto 72.
Triple cambios en el Eibar y Garitano con todo, incluido Blanco Leschuk. Y tras esa mini revolución llegaría el primer despiste zaragocista de todo el partido. Indecisión en un rechace con Bermejo como protagonista, Tejero recibía en banda derecha sin Bebé siguiéndole y el ex zaragocista marcaba un golazo por debajo de las piernas del rosarino. Escribá probaría el efector contrario, Zapater, Gueye Y Vada por Grau, Azón y Bebé.
No se amilanaría el Real Zaragoza y tras una gran cabalgada de Gueye, Bermejo probaría su diagonal, topándose con un central del Eibar en último momento. Pero la desgracia llegaría en la jugada siguiente. Penalti de Bermejo que llegaba tarde en una entrada sobre Arana. Tocaba balón, pero el VAR avisaba al colegiado para ir a revisarlo. Y lo anulaba con buen criterio. Simeone dejaría su sitio en el 87 a Puche. El turiasonense nada más salir se sacaba un latigazo que besaría las mallas de la red por fuera. Y en el córner, Nieto perdonaba de cabeza con un remate franco.
Larra por Bermejo, última permuta maña, con ocho minutos de descuento. Fue el Eibar el que tenía más voluntad de ir a por el partido, dando la sensación de que al Real Zaragoza el punto le valía. Y lo consiguión. Otro choque compitiendo, otro dando una sensación de ser ahora mismo uno de los equipos más difíciles de batir y otro día sin conocer la derrota pese a la dificultad. Un 1-1 que prolonga el estado dulce, pero que frena la heroica de llegar más arriba.
