El Real Zaragoza hizo oficial la salida de Carlos Vigaray este lunes. La entidad comunicó a ultima hora de la tarde que se había alcanzado un acuerdo para la resolución del contrato del defensor, pese a haber sido renovado hasta 2024. Así, el director deportivo del club, Juan Carlos Cordero, reduce masa salarial y se despide de un Vigaray que se marcha tras cuatro temporadas en La Romareda.
De hecho, el defensor dice adiós al club blanquillo a sus 28 años y tras varios cursos en los que las lesiones han impedido al leganense tener más oportunidades. A pesar de ello, el lateral derecho se marcha habiendo jugado 54 partidos con la elástica del león y disputando un total de 4.340 minutos en los que ha podido marcar cuatro goles. «El club quiere agradecerle a Vigaray su esfuerzo, trabajo y lucha desde que llegó a nuestro club, al mismo tiempo que le desea éxitos en sus futuros proyectos. ¡Muchas gracias y mucha suerte, Carlos!», escribió el Real Zaragoza en el anuncio en el que comunicó la despedida de Vigaray.
Por otro lado, el jugador procedente del Alavés siempre se declaró como un zaragocista más. En la última temporada ha jugado dos partidos y un total de 24 minutos. «¡Queridos zaragocistas! Ha llegado el momento de deciros que mi etapa como jugador del Real Zaragoza ha terminado. Quiero agradecer todo el cariño que me habéis mostrado estas cuatro temporadas, que desde el primer día que llegué me habéis hecho sentir especial», comienza el escrito con el que se despide Vigaray. Posteriormente, el jugador añade que «he vivido momento muy bonitos pero me ha tocado también vivir la parte de las lesiones y ahí quiero agradecer a todos mis compañeros que se preocuparon por mí y me hicieron el día a día mucho mejor. Me voy en paz sabiendo que siempre he dado todo en todas las situaciones. ¡Gracias Real Zaragoza y zaragocistas!», acaba la carta de despedida.

Con todo esto, La Romareda se despide del que fue un icono del zaragocismo durante cuatro temporadas. Quizá no plenamente en el campo, pues las lesiones han mermado mucho los minutos y oportunidades del jugador, pero sí en el tú a tú con el aficionado. Tras su marcha, el lateral buscará un hueco en algún club de Segunda División en la que continuar su carrera.