Nueva temporada, nueva ilusión en el Real Zaragoza. Una máxima que sucede cada año en el aficionado blanquillo, y como uno más se suma el queridísimo Cristian Álvarez. A pesar del clásico llamado a la paciencia, ha dejado ver sus cristalinas ganas, porque es lo que tiene ser maño, aunque sea de adopción. “Este es el séptimo y cada uno de los años he pensado de la misma manera: que este era el año. De ese pensamiento no me muevo”, ha asegurado el cancerbero.
La mentalidad de aparecer en la orla del ascenso no se la quita. Los años pasan y, con ellos, la sensación de que sería muy grande lograrlo. A su edad y tras siete temporadas vistiendo los colores del Real Zaragoza, ha adquirido una conciencia particular a la hora de entender la ciudad. Sería “único” lograrlo, pero además “para cualquier futbolista profesional del mundo”. Ahora bien, “el abecedario no se construye desde la Z, sino desde la A”. Por tanto, se trata ahora de “construir un equipo, un vestuario sano, fuerte; hacer que la gente nueva se empape del Real Zaragoza e ir construyendo la temporada paso a paso”.
Cristian ha reconocido que hay “mucha ilusión” en lo que rodea al equipo, y es momento de centrarse en la pretemporada. Pero el fútbol vive de eso, y en el caso del Real Zaragoza, de “una afición maravillosa que supera una cifra descomunal de socios”, algo “magnífico”. Dentro del vestuario son conscientes de la forma de trabajar, y a pesar de la ilusión, hay claridad de ideas. “Con mucha paciencia, respeto a la categoría, humildad de saber que lo que nos va a llevar a conseguir objetivos bonitos es el trabajo a diario. Subirnos a esa ilusión, pero con la cabeza madura”, ha afirmado. Eso sí, cree que se está haciendo.
Es lo que le sucede también a nivel personal. Casi todos los años ha tenido esta rueda de prensa con la misma ilusión, e incluso tras la continuidad de buenos entrenadores. Por eso, llama a no hablar de ese ascenso, por el que se le ha preguntado en varias ocasiones. “No podemos tener esa palabra pero vamos a trabajar al máximo, como lo estamos haciendo, para tener un año magnifico”, ha afirmado. Como cuestión diferente, hay jugadores en propiedad, algo que ha costado más estos años por el asunto económico. Y junto a la afición, “se está cocinando algo bonito”.
LUGAR DE PRIVILEGIO
El argentino se imagina devolver al Real Zaragoza al lugar de privilegio que se merece, pero no ve ahí el final, sino “el principio de algo bonito”. Eso sí, en el vestuario no se habla de eso, sino de la pretemporada, de los entrenamientos duros, del inicio de la liga, de lo “lindo” que es el Real Zaragoza o de La Romareda. Eso sirve para forjar una mentalidad fuerte y encarar una temporada ilusionante. Como todas, pero sabiendo que no puede demorarse ese sentimiento zaragocista de “este año sí”.