El Marc Aguado que se vio en el Andorra, elogiado por su entrenador, Eder Sarabia, y que le valió un puesto en el Real Zaragoza, aún es mejorable. El centrocampista ha comenzado la pretemporada a las órdenes de Fran Escribá y tiene claro que tiene mucho por crecer y por aportar. Su idea es asentarse en la titularidad, cuestión que afronta con naturalidad y madurez, como se le ha visto en su primera comparecencia de la temporada.
Que no se haya visto al mejor Marc Aguado es una buena – e ilusionante – señal. “Creo que aún no tengo techo. Tengo que seguir creciendo y ampliando el repertorio. Es una muy buen oportunidad jugar en el Real Zaragoza para hacerlo”, ha asegurado en su primer paso por la sala de prensa. Cuando Cordero le comunicó que quería contar con él vio cumplido “el sueño de cualquier niño de la Ciudad Deportiva”. Por ello, disfruta el día a día con la idea de “ser uno más, hacer una equipo bueno e intentar conseguir los objetivos”.
Marc es consciente de que el modelo del Andorra y el del Real Zaragoza “no tienen mucho que ver”, pero aun así quiere ser “el mejor” en su posición. Por tanto, deberá adaptarse a todos los modelos. Ya habló Fran Escribá con él para transmitirle tranquilidad y confianza, y ahora se encuentra “muy bien”. Además, augura “una temporada bonita” en la capital aragonesa.
Hay muchas esperanzas puestas en su figura, pero no cree que tenga una exigencia superior a la del resto. Es ambicioso, y más después de cumplir cada año el objetivo del Andorra, pero cree que puede hacerse también en el Real Zaragoza. Desde el principio trasladó al cuerpo técnico la importancia de entrenar al máximo y hacer buen ambiente en el día a día. Por otra parte, no siente peso por su apellido, que lo lleva “con mucha naturalidad e ilusión”.
Su primer objetivo no es hablar de ascenso, como no se hace en el vestuario, sino “formar una familia” dentro. Ese es un detalle decisivo. Ahí estará Marc Aguado, que afronta su futuro redebut con tranquilidad, para poner su granito de arena a la hora de lograrlo. Y lo hará en constante crecimiento, porque es firme a la hora de asegurar que no tiene techo y que la ilusión dentro del vestuario es muy grande.