Tras el envite inicial del Real Zaragoza ante el Deportivo Aragón, donde se demostró con el 3-0 que la lógica de primer equipo gana a su filial es aplastante, la pretemporada maña da este viernes un nuevo paso. La exigencia sube un peldaño porque los pupilos de Fran Escribá visitan al Teruel, que estrena este año de manera flamante la primera RFEF, en un duelo que arrancará a las 19.30 horas en el estadio de Pinilla.
Suele ser ya un clásico del periodo de preparación este derbi entre rivales de categoría desigual, pero depara siempre en el césped una intensidad elevada, por encima probablemente de lo que dictaría esta fase de la pretemporada. Pero eso es lo que buscan tanto el Teruel como el Real Zaragoza, conscientes ambos de que, pese a que el resultado es lo de menos, sí que supone una dura prueba para poner a punto las piernas para sus, a priori, ilusionantes campañas.
Quien ya no estará en los maños es Eugeni Valderrama. Tampoco, en principio, debería estar un Sabin Merino que agotaría sus últimas horas como blanquillo antes de marcharse cedido al Racing de Ferrol. También es duda Iván Azón teniendo en cuenta que tuvo que salir antes de tiempo frente al Deportivo Aragón por un pisotón mediada la primera mitad. Precauciones máximas y riesgos los justos, por lo que Puche o Lecoeuche lo tienen complicado, imposible en el caso de Sergio Bermejo en plena recuperación para tratar de llegar al arranque de campaña a mediados de agosto.
Otra de las incógnitas reside en si Sergi Enrich, último fichaje del Real Zaragoza, estará o no en Pinilla junto al resto de sus compañeros. El ariete ha llegado a tiempo de viajar a San Pedro del Pinatar para la siguiente fase de la pretemporada en tierras murcianas. Eso sí, quizás es pronto para que tenga sus primeros minutos con la blanquilla en Pinilla, teniendo en cuenta que va a ser presentado a partir de las 13.00 horas en el Estadio Municipal de La Romareda.
Nueva reválida también para los Pablo Cortés, Andrés Borge o Juan Sebastián, que quieren demostrar estar preparados para competir con los mayores cuando Escribá lo considere oportuno. O para comprobar si siguen teniendo minutos futbolistas como James Igbekeme o Manu Molina, que tendrán que salir del equipo antes de que acabe el mercado de fichajes al no contar ni para dirección deportiva ni para entrenador.