No lo es todo ganar en pretemporada. De hecho, muchos entrenadores dicen que el resultado es lo de menos. Pero a nadie amarga un dulce y cuando en tres choques has cosechado tres victorias, el trabajo de estas alturas de preparación, excesivo por necesidad, se sobrelleva mucho mejor. 0-1 vencía el Real Zaragoza al Real Murcia en su primer compromiso en el Pinatar Arena, gracias a un tanto, bueno un auténtico golazo, de Maikel Mesa.
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Con Enrich, Bakis y Gámez fuera de la convocatoria, el primero ya previsto y los otros dos por molestias no importantes según el club, Fran Escribá movía el árbol en el tercer partido amistoso. Cristian en portería; Juan Sebastián, Francés, Jair y Borge en la zaga; doble pivote para Grau y Aguado, dejando las bandas para Cortés y Liso; arriba, Cuenca y Azón. Sí, ocho canteranos titulares. Todo dispuesto en el clásico 4-4-2, probando parejas como la de los mediocentros.
Quizás el ritmo era algo más lento que el expuesto en Teruel, tanto por el Real Zaragoza como por el rival. El que lo rompía era Pablo Cortés, de las sensaciones del Deportivo Aragón, pero sin encontrar la conexión definitiva con los puntas. Lo hacía desde banda derecha, por donde también emergía Juan Sebastián para ceder a Azón. El nueve le pegaba con todo, en el 14, pero mandaba la pelota muy por encima del arco. Apretaba, iba ganando yardas el equipo. Era Cuenca tras un gran control a centro de Liso el que soltaba un zurdazo salvado in extremis por la zaga murciana. Se olía el 0-1.
La bisoñez no reñía con el buen fútbol. Buenas combinaciones entre todos ellos, haciendo asociaciones al primer toque que desarbolaban a los pimentoneros. Alguno incluso gustándose, como Juan Sebastián. Un centro suyo no encontraba por poco a Azón, exigiendo la jugada que uno de los dos puntas entrara unos metros por detrás para aprovecharla. El ariete, protagonizando mucho ataque, le pegaba también tras un buen cuerpeo buscando desde muy lejos su tercer tanto de la pretemporada, pero bien colocado atajaba Manu García sin excesivos problemas.
Hasta el descanso, lo que quedó claro es que sólo faltaba atinar en portería. Liso y su zurda, de muy buena pinta, no encontraba ni a Azón ni a Cuenca atacando un centro chut que se paseaba por el área pequeña. O el propio Cuenca con un disparo que lamía el poste izquierdo de la meta rival. Con 0-0 se pasaba a los vestuarios, con un Real Zaragoza superior al Murcia, inexistente en el área de Cristian.
SEGUNDA PARTE
Para la segunda parte, cambios. Lluís López y Vaquero como centrales, Luna de lateral derecho y Nieto de izquierdo. Medular para Toni Moya y Francho como doble pivote; Puche por zurda y Maikel Mesa arriba. Repetían Cristian en portería, Cortés por derecha y Azón en punta. El nueve llevaba una marcha más que el resto, al menos en carrera, aunque no estaba siendo su día de cara a puerta.
En el 50, gran jugada individual, que se marchaba por potencia de todos. Eso sí, en toma de decisión, probaba el disparo de zurda y se le iba fuera. Por poco, pero estaba en posición muy franca a escasos metros Pablo Cortés para hacer el 0-1 a puerta vacía. El que no fallaba era el otro que ha empezado de dulce. Jugada por banda derecha de Luna, poniendo el balón al corazón del área para Maikel Mesa. Y madre mía, qué golazo. Media volea, a altura importante, para ponerla lejos del alcance del portero.
El Real Zaragoza en la segunda mitad tenía más dinamismo pero menos control en el medio, con Francho descolgándose, y más calidad arriba. Sí, con Maikel Mesa. Descanso para Azón en el 62 y minutos para Baselga, además en punta, buscando quedarse en el club y no volver a salir cedido. Como en todo partido de preparación, el carrusel de cambios iba frenando poco a poco el ritmo del choque.
Aunque los murcianos pudieron empatar en el 69, con la defensa zaragocista sacando bajo palos una jugada a balón parado. Su primer acercamiento peligroso aprovechando cierto descontrol de los de Escribá. Y los despistes de Lluís López, sorprendentemente fuera del partido. Un error en salida de pelota lo subsanaba Vaquero, quien a pesar de no ser central, ejercía con calidad su papel en la zaga. Con la entrada de Aragüés en banda derecha en detrimento de Cortés, ya todos los futbolistas de campo habían sido sustituidos. Todo en el minuto 80, con 0-1 y la sensación de estar haciéndose el partido largo para ambas escuadras.
Pese a ir por delante en el marcador, el Real Zaragoza sí iba a por el segundo en la recta final. Pero no le haría falta para hacerse con el triunfo. Victoria de los de Escribá ante una Primera RFEF, como el Teruel, y que supone el tres de tres de momento en el periodo de preparación. Sin brillo, con el exceso de fatiga lógico de estas alturas, y con los destellos de los jóvenes “cachorros” de la Ciudad Deportiva que no tardando mucho llamarán a la puerta del primer equipo.