La gran mayoría de entrenadores siempre comentan que el resultado y la victoria en una pretemporada es algo secundario y que lo importante son las sensaciones. En el caso del Real Zaragoza, el marcador y las buenas impresiones van de la mano, con tres de tres amistosos ganados ante el Aragón (3-0), Teruel (1-2) y Murcia (0-1). Además, con un Maikel Mesa que es pichichi con tres goles en este periodo preparativo, seguido de Iván Azón, que con dos tantos ha aparecido en los momentos clave y ha refrendado su peligrosidad.
Cabe destacar que dos de los goles de Mesa han sido prácticamente fabricados por él, pues su primera diana vino tras una jugada ante el Aragón que inició desde el medio del campo para tras hacer una buena pared marcar con un tiro ajustado de exterior. El segundo, por otro lado, llegó tras un error del guardameta del Teruel, Taliby, que se hizo un lío con los pies y en el que Mesa estuvo muy listo por segunda vez, pues ya había dado una asistencia a Sabin Merino robando un balón similar al Deportivo Aragón en el primer choque veranigeo.
Esto no es casualidad y Mesa está demostrando que la presión tiene sus frutos, y más en pretemporada cuando las piernas y la cabeza todavía no están al 100%. El tercer gol de este periodo preparatorio sí que fue más distinto al resto, ante el Real Murcia, y con una volea a la media vuelta que refrendó su potente disparo. Al final, el mediocentro está demostrando la polivalencia, el gol y la capacidad física por la que se le fichó, siendo uno de los nombres destacados este verano
Por otro lado, Azón ha iniciado esta pretemporada con toda la ilusión, y trabajo del mundo, y ya ha cosechado dos goles en tres partidos. El primero ante el filial zaragocista, con un remate al primer toque de delantero puro que recordaba el potencial y el peligro que posee el atacante en sus botas. El segundo llegó contra el Teruel en el 87 y siendo vital para el triunfo en un ajustado partido que cualquiera se pudo llevar. Un buen centro de Francho llegó mordido a Azón que remató asegurando con el interior del pie para batir la meta turolense.
DIFÍCILES TEMPORADAS PASADAS PARA AZÓN
El propio Iván Azón tiene ganas de que este por fin sea su año. El curso pasado no pudo disputar más de 19 partidos debido a su lesión en el bíceps femoral. En estos 19 choques consiguió un gol y una asistencia, fruto de que debía ir recuperándose de su lesión poco a poco, pero siendo un indicativo de que no estaba en su mejor dinámica.
La campaña 2021/22 tampoco fue sencilla para Azón, que jugó una media de 40 minutos en los 35 partidos que estuvo presente y en los que cosechó siete dianas. En esa época, el que era el técnico blanquillo, Juan Ignacio Martínez prefería apostar por Narváez y Alegría arriba, sacar al Toro Fernández, o en ocasiones poner a Zanimacchia de delantero a pesar de ser extremo. De todas formas, el canterano no se rindió e hizo la mejor temporada en cuanto goles desde que está en el primer equipo.
En el primer ejercicio de Azón como jugador oficial del primer equipo (2020/21) participó en hasta 30 partidos marcando tres goles y dando tres asistencias. De todas formas, en muchos de los choques no tuvo un gran protagonismo y como pasó al año siguiente, jugadores como Alegría, el Toro Fernández o Narváez jugaban en ocasiones por delante de él, aunque disputó hasta diez choques como titular en Liga, especialmente en el último tramo en el que la delantera le pertenecía a él, jugando en ocasiones como único punta con la 4-2-3-1 de JIM.
Así y por el momento, Mesa (3) y Azón (2) son los goleadores blanquillos, pues el único otro jugador que ha metido un gol en esta pretemporada es Sabin Merino, que fue cedido al Racing de Ferrol el pasado martes. Ahora es el turno de jugadores como Bakis, quien es cierto que tuvo molestias y no jugó ante el Murcia, o Enrich, que al ser tan reciente su llegada estuvo fuera de la convocatoria ante el propio Murcia. Ganar los partidos dependen en gran medida de los goles y asegurarte un goleador, o dos como parece por el momento en el Real Zaragoza, puede marcar la diferencia a la hora de marcharte con cero, uno o tres puntos en Segunda División.