El objetivo del Real Zaragoza siempre es ascender a Primera División. Obliga su prestigio, equiparado únicamente al Real Madrid o al Barcelona, y obliga ser el séptimo en número de títulos del panorama nacional. Pero las circunstancias también llevan, después de más de una década en Segunda División, a ser cautos, como así ha sido el míster Fran Escribá. No hablar de ascenso se debe al “realismo” con que se afronta el nuevo reto, pero sí ha augurado “una gran temporada”.
De un tiempo a esta parte, el cuadro aragonés ha estado muy cerca. Concretamente, a siete minutos en Las Palmas, a una eliminatoria perdida en el último minuto o a un puesto y un playoff adulterado escandalosamente por La Liga. Y así afronta una vez más el cuadro aragonés la nueva intentona, a la que este año pone voz y dirección Fran Escribá. “Es realismo no hablar de ascenso. Si has quedado el 13, no puedes decir que el objetivo es ese. El objetivo es ganar mañana y sería equivocarnos pensar más allá”, ha asegurado.
Pero en esta tesitura, no ha escondido que comparte la ilusión del zaragocismo, porque cree que se han hecho bien las cosas y porque es “lógico” que la hinchada aspire a vuelos altos. “Conocemos la categoría, su dificultad y lo larga que es. Los únicos que tienen que hablar de ascenso son los descendidos. Sabiendo lo difícil y lo igualada que es, tenemos que pensar en hacer una buena temporada. Y tenemos capacidad y jugadores para hacerla, pero desde el primer paso”, ha compartido en su comparecencia.
Escribá se preocupa ahora de jugar bien desde el principio y comenzar a ganar el mayor número de partidos. Será la propia competición la que ponga al Real Zaragoza en su lugar cuando se acerque el último tercio del campeonato, momento en que queda todo definido. Ilusión, ambición y humildad son los tres ingredientes que ha puesto sobre la mesa en su primera comparecencia, sabiendo que son necesarios para llegar lejos.
AMBIENTE Y CAPACIDAD
Los refuerzos del Real Zaragoza cree que se van a traducir en una mayor capacidad ofensiva y goleadora, de ahí que se muestre “convencido” de que la temporada será buena. La presión de La Romareda le hace disfrutar, y él quiere dar a la gente buen fútbol. Ahora ve más mas calidad, mas capacidad arriba e, incluso, se atreve a aventurar partidos con varios goles, aunque no sea lo habitual. De hecho, ha recordado partidos de 0-0 que, a su juicio, ahora se podrían ganar.
Con más de 26.000 socios, a pesar de ser agosto, espera un buen ambiente en La Romareda. La respuesta del zaragocismo es buena, y se une a la ilusión de los fichajes. Además, el ambiente es muy bueno, de los mejores que ha visto el técnico en su carrera, con la mente puesta en hacer un gran año. A partir de ahí, convertir el Municipal en un estadio donde disfrutar para lograr, esta vez sí, el famoso objetivo del Real Zaragoza.