Marc Aguado y Marcos Luna en un partido amistoso
El Real Zaragoza quiere repetir victoria ante el Real Valladolid

Apenas ha transcurrido una jornada de LaLiga Hypermotion y el Real Zaragoza ya tiene una prueba de fuego. No es por la necesidad ni por haber dejado un mal sabor de boca en su estreno liguero, sino todo lo contrario. Porque el cuadro de Fran Escribá quiere saber a qué puede aspirar en esta ilusionante temporada. Y aquí se erige un recién descendido con la obligación del regreso a la élite para poner a prueba al conjunto zaragocista.

Con una afición entregada, un elevadísimo número de socios y la ilusión por bandera, el Real Zaragoza cuenta las horas para volver al ruedo. En casa, ante su gente y con el calor del hogar – y el de un 18 de agosto – los maños son conscientes de lo que supondría brindar ese seis de seis nada más comenzar. Sería empezar a colocarse arriba y confirmar, sobre todo, que esta temporada ya no tiene nada que ver con la anterior.

En principio, la dificultad es máxima. El Real Valladolid es un equipo con jugadores de primer nivel, y hay que sumar ahora a Cedric, que se erige como goleador de un conjunto pucelano con ganas de ganar. Además, La Romareda siempre es un escenario por conquistar, porque sumar en la capital aragonesa es un chute de moral. La batalla está servida este viernes a las 21.30 horas.

ARGUMENTOS ZARAGOCISTAS

Pero el Real Zaragoza tiene sólidos argumentos para llevarse un buen resultado. La masa social blanquilla es insuperable en Segunda División, y en ello se tiene que apoyar cada partido en casa para sacar tres puntos. El Real Valladolid es el primero de muchos equipos donde, el papel de la grada, puede tener una influencia directa en el resultado. Y más en una categoría de plata donde se ven campos de escasa afluencia.

Y casi tan valioso es el argumento deportivo. Bakis, Valera, Aguado, Moya y compañía deben dirigir este conjunto maño hacia la victoria siempre, aunque haya puntos que se queden por el camino. Además, vuelven a estar todos disponibles, incluso Lecoeuche, que entrenaba sin ser inscrito hasta este viernes. Igualmente, a primera hora de este viernes, Mouriño tampoco lo estaba y le han dado el alta en torno a las 12.00 horas.

En definitiva, el Real Zaragoza necesita dar ese chute de adrenalina que supone ganar en La Romareda y encadenar dos partidos consecutivos venciendo. Con dos triunfos seguidos en casa y seis puntos en el casillero, comenzarían a confirmarse las aspiraciones deseadas en los despachos. Eso sí, para bien y para mal la competición es muy larga y la paciencia deberá acompañar siempre a la ilusión.

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